En un hecho insólito en la historia judicial castellano y leonesa, 25 medios de comunicación de las 9 provincias, se han agrupado en una demanda conjunta contra la modificación aprobada en julio e impulsada por los procuradores de PSOE y VOX por supuestos de inconstitucionalidad
Una reclamación judicial registrada este mismo lunes ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León solicita ya la aplicación de medidas cautelares contra la modificación de la Ley de Publicidad Institucional aprobada el pasado verano, que ha sido recibida por el sector como una afrenta contra la libertad de prensa y el derecho a la información por la pérdida de pluralismo informativo que conlleva.
La demanda conjunta ha sido ratificada ya por 25 sociedades editoras de otros tantos medios de comunicación de las nueve provincias de la Comunidad Autónoma, atendiendo a que su aplicación práctica supone posibles vulneraciones de contratación pública que afectan a los medios más pequeños del sector.
A pesar de la petición de los Medios de Comunicación y del propio Colegio de Periodistas de Castilla y León, el PSOE y VOX decidieron desoír la propuesta de reforma pactada con el gremio y aprobaron el pasado mes de julio, junto a los procuradores de Podemos, Pablo Fernández, y el que fuera vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, la modificación sin debate con el sector.
Hace escasas semanas, el Consejo Consultivo de Castilla y León advertía en un dictamen de la posible inconstitucionalidad de 5 previsiones de su articulado. Según el dictamen, la norma colisiona claramente con la legislación estatal básica, ya que introduce criterios discriminatorios en la contratación pública, establece limitaciones económicas arbitrarias e incluso invade competencias en materia laboral, lo que pone en entredicho su validez y aplicación.
Incompatibilidad con el marco legal estatal básico
El Consejo Consultivo concluye que la ley autonómica no puede ampliar las prohibiciones de contratación más allá de lo establecido por el Estado, según lo dispuesto en la Ley de Contratos del Sector Público y la Ley estatal de Publicidad y Comunicación Institucional. En este sentido, la introducción de vetos a la contratación con los medios de comunicación condenados en sentencia firme, no contemplados en la normativa estatal básica, supone una clara invasión competencial y un riesgo real de nulidad jurídica.
Además, el dictamen señala que el límite del 33% de los ingresos que un medio puede recibir por contratos de publicidad institucional en relación a su cifra de negocio anual se basa en criterios arbitrarios y provoca un trato discriminatorio y choca también con la Ley de contratos con la administración pública.
Una incidencia máxima en la pervivencia del sector
Los medios de comunicación de Castilla y León ya habían advertido que, de aplicarse, tendría un impacto directo en la pluralidad informativa por el recorte que puede tener en las plantillas y condiciones del sector. Además, conducirá a la desaparición de proyectos informativos provinciales e hiperlocales, donde las restricciones de publicidad llevarían a la desaparición de dichos medios y a la expansión de la ‘sombra’ informativa en una Comunidad que adolece la despoblación y falta de emprendimiento.
Hace escasas fechas el Gobierno de España decidía en las negociaciones abiertas -aquí sí-, con la representación de los medios y de colectivos de periodistas renunciar a la aplicación de una limitación similar a nivel estatal.
El juego político en Castilla y León, sin embargo, ha llevado a la aprobación y a la aplicación de una Ley que está teniendo en estos momentos un efecto grave en las empresas mediáticas de la Comunidad, además de una situación de inseguridad jurídica.




