El adelanto de la edad de participación en las clases para los niños a partir de 3 años es otro de los cambios para favorecer el acceso a la formación musical en el municipio.
La Corporación municipal de Aldeatejada ha aprobado en el pleno celebrado anoche la rebaja de las tarifas de la Escuela de Música con el objetivo de “favorecer el acceso a la formación artística de niños, jóvenes y adultos”. Además, se aumenta la oferta formativa con más instrumentos y se adelanta de 6 a 3 años el rango de edad para participar en las clases.
En concreto, los alumnos del centro ya no tendrán que abonar nada en concepto de matrícula (frente a los 15 euros que se pagaban en cursos pasados), y las sesiones pasarán a tener un coste mensual de 30 euros, salvo las clases de Lenguaje Musical que tendrán un coste de 25 euros.
Para poder aprobar esta medida, ha sido necesario derogar la ordenanza que regulaba la tasa de las clases y aprobar el nuevo acuerdo regulador del precio público ya que, al tratarse de un servicio voluntario, no está sujeto al régimen de los pagos obligatorios.
Por su parte, el Ayuntamiento deberá complementar la financiación con recursos municipales para cubrir el coste total del servicio, repercutiendo lo menos posible a los alumnos. Un apoyo económico que se justifica por tratarse de “un servicio que se presta con carácter educativo, cultural y sin ánimo de lucro, siendo la escuela un instrumento esencial de promoción cultural que contribuye al desarrollo integral de las personas”.
La Escuela de Música de Aldeatejada cuenta en la actualidad con 13 alumnos que no solo se benefician de la formación que se imparte en el centro, sino que participan también en diferentes actuaciones públicas como conciertos y otros eventos municipales, además de colaborar con otras entidades.
Como explicó durante la sesión plenaria la concejala de Economía, Patricia López, “la reducción del precio público permite garantizar el acceso universal a la formación musical, especialmente para familias con recursos limitados, evitando que el coste económico sea un factor excluyente. Se promueve así la igualdad de oportunidades en el acceso a actividades culturales, en línea con los principios constitucionales de participación y no discriminación”.