La Plaza del Ayuntamiento de Monterrubio se ha convertido durante esta Noche de San Juan en el escenario perfecto para ahuyentar los malos recuerdos y atraer los buenos deseos entre fuego, tomillo, farolillos y música.
Debido al mal tiempo, no ha podido llevarse a cabo la tradicional ‘lengua de fuego’ con la subida de las antorchas a la ermita del Viso.
En cambio, eso no ha evitado que cerca de 200 vecinos se acercaran a disfrutar de la mágica noche, sosteniendo antorchas y farolillos que han convertido la plaza en un hervidero de buenas sensaciones.
Así, gracias al tradicional puchero lleno de tomillo, cuya llama desprendía un relajante olor, y tras leer al unísono un emocionante manifiesto con la música de la gaita de fondo, todos los vecinos han podido quemar los malos recuerdos para después hacer lo mismo con los deseos para este nuevo año en una noche llena de emoción y fantasía.