Los alumnos del taller de cerámica de Villamayor rinden homenaje al escultor salmantino Ángel Mateos, con una exposición de piezas inspiradas en las obras del artista que han recreado y permanecen expuestas en la Biblioteca Municipal hasta el próximo 4 de junio.
La muestra ‘Formas Eternas: Homenaje a Ángel Mateos’ es el resultado de la iniciativa puesta en marcha por el profesor del curso, Iñaki Sánchez, de incluir cada curso un proyecto especial enfocado a una cerámica contemporánea y más artística, no tan utilitaria, y dentro de ello, la propuesta de rescatar y que se conozca más a los escultores salmantinos. Comenzaron con el artista valenciano Enrique Mestre y los 32 alumnos del taller ya al comenzar el curso quieren saber qué reto tienen para ese año.
Esta es la primera exposición de autores salmantinos que realizan los alumnos, en la que «han reinterpretado la obra de Mateos con la visión de los artistas que hay en el taller y cada uno ha hecho su obra basándose en cómo construía y como concebía la escultura Ángel Mateos, tratando de resolver los problemas técnicos derivados de la diferencia de trabajar con hormigón, como hacía él, a la cerámica, por eso todas son huecas y tienen una salida para poder mantener el equilibrio y el resultado no puede ser más digno y satisfactorio. El trabajo es espectacular”, afirma orgulloso el profesor, con una trayectoria de 37 años en este oficio, de los que más de 20 ha desarrollado en Villamayor.
Cerca de una treintena de piezas en barro bien tratadas y que son auténticas obras de arte que han creado tras un trabajo de análisis y la visita de inspiración al Museo del Hormigón de Doñinos, donde han conocido la trayectoria de Ángel Mateos y su colección de esculturas.
Resultado de un proceso que al principio cuesta, como reconocen los alumnos Mariluz Sánchez, Mª Carmen Criado, Carmen Mangas y Ruper Sánchez. «Como todo cambio, al principio la propuesta no fue tan bien aceptada inicialmente, por ese rechazo a lo desconocido y cierta desconfianza sobre si íbamos a poder replicar obras de un reconocido escultor». Dudas y rechazo a pasar de una cerámica más tradicional a la artística que desaparecieron rápidamente, insisten, gracias a la implicación de Iñaki, «aunque es complicado pasar de lo figurativo a la abstracción, y el trabajo de Ángel Mateos es puramente abstracto».
Al mismo tiempo, destacan que lo más bonito es el proceso, «desde que el profesor te plantea el estilo de obra a realizar, primero pensar en tu cabeza lo que vas a hacer, desarrollar ese boceto y cuando llegas al taller es cuando empiezas a encontrar las dificultades de obra, pero para eso siempre está al lado el profesor, que es que nos va diciendo para ser capaces de sacar la obra», señala Mª Carmen Criado.
Todos ellos agradecen al profesor su implicación por ampliarles su formación en el transcurso de la actividad: «Nos ha enseñado a ver la cerámica de otra forma y que vayamos a algo más, a hacer las piezas únicas y propias de cada uno. Ahora valoramos más la cerámica y lo vemos con otros ojos. Es muy satisfactorio», insisten. De esta manera, «llevamos al barro a otro nivel, destacando la gran capacidad plástica que tiene», reconoce Iñaki San.