Los alumnos del colegio Carmen Martín Gaite de Santa Marta han participado en la jornada teórica y práctica de ajedrez para personas con discapacidad visual, con la que se cierra la programación del proyecto de deporte inclusivo ‘Santa Marta Tod@s Incluid@s’.
Cerca de medio centenar de escolares, de la mano de Alejandro Raya de Fundación ONCE, han participado en un taller de sensibilización en el que han conocido las nociones teóricas de esta disciplina, así como las dificultades que entraña la discapacidad visual a la hora de jugar y competir. También han conocido las alternativas del juego para eliminar las barreras y poder jugar al ajedrez.
Así, los escolares han aprendido que aquellas personas con discapacidad visual solo necesitan pequeñas adaptaciones en el material de juego que les permitan identificar las piezas y las casillas, como la elevación de los cuadros y pequeñas protuberancias en las piezas negras para poder distinguirlas de las blancas. Además, las piezas se insertan en el tablero a través de un agujero para que los jugadores no las derriben y, en las competiciones oficiales, cada jugador emplea su propio tablero para no interferir en las jugadas de su contrincante.
Al finalizar la parte teórica de la jornada, los pequeños del Martín Gaite han participado en una actividad práctica con antifaces para practicar esta disciplina deportiva desde la perspectiva de una persona con discapacidad visual.
Con esta jornada se cierran los nueve talleres enmarcados en el proyecto ‘Santa Marta Tod@s Incluid@s’ y dirigidos a los alumnos de los colegios e institutos del municipio, una parte importante del programa que, como ha destacado el concejal de Deportes, Jorge Valiente, que ha acompañado a los alumnos en esta jornada, “nos ha parecido muy interesante, ya que ayuda a niños y jóvenes a entender cómo afecta la discapacidad a la práctica deportiva y cómo siempre es posible encontrar alternativas o adaptaciones para que el deporte esté al alcance de todos”.
El responsable del área también ha hecho hincapié en “la necesidad de que los escolares tengan un acercamiento más profundo a la discapacidad, para entenderla y perder el miedo a los límites, comprendiendo además que nadie está libre de llegar a ser una persona con discapacidad, ya sea de forma temporal o permanente”.