Agustín Rodríguez afronta las que serán sus segunda fiestas como alcalde de Doñinos, aunque para él estas son las verdaderas y primeras fiestas que siente como propias, ya que el año pasado el nuevo equipo de Gobierno entró un mes antes de San Marcos «y tuvimos que organizarlas deprisa y corriendo».
– ¿Qué valoración primer año al frente del Ayuntamiento?
-Positiva, con mucho esfuerzo y mucho trabajo por parte de todo el equipo, pero positiva. Cuando nos tocó asumir las riendas del Ayuntamiento, al principio fue impactante, pero cogimos las riendas para no dejar al pueblo tirado.
Lo primero que vimos es que no estaba bien saneado el Ayuntamiento y el trabajo durante este año se ha centrado en ese saneamiento, sacar facturas impagadas, proyectos sin ejecutar y, al final, hemos puesto al día esas cosas que no se ven.
Asumimos el Ayuntamiento con mucha responsabilidad, sabiendo la situación en la que estamos, que es complicada, gobernar así es muy complicado, pero hemos sido transparentes con el resto de compañeros y todo lo que hacemos lo comentamos, se lo decimos y lo hablamos absolutamente todo y en contacto continuo. Prueba de ello, es que se han sacado los presupuestos municipales por este motivo, porque hemos trabajado de forma conjunta y de conocer cómo estaban todas las áreas y mejorar las infraestructuras para que el pueblo siga creciendo.
-¿Cuál ha sido la principal sorpresa que se encontró al acceder a la Alcaldía?
– El principal problema y sorpresa al mismo tiempo ha sido lo del ciclo del agua, porque aunque sabíamos que había problemas, ha sido más de lo que pensábamos. Seguimos con ello y una empresa de peritaje ha terminado de realizar el informe técnico. Todo lo que se sacó en su día, con las 82 reparaciones de bombas al año, que suponía que una misma bomba se rompía tres veces, con un coste para las arcas municipales de 240.000 euros sin ningún tipo de garantía por una empresa fantasma y un trabajador fantasma.
Este sobrecoste de averías para este Ayuntamiento salía de ojo y ha sido una de las cosas más impactantes. Es en lo primero y prioritario en lo que nos hemos centrado este año, el resto es gestionar el día a día de lo que es el funcionamiento del Ayuntamiento.
-Después de este primer año y una vez saneado el Ayuntamiento, ¿es el momento de iniciar los proyectos planteados y que se empiecen a desarrollar nuevas obras y servicios en el municipio?
-Sí, totalmente. Una vez que ya son efectivos los presupuestos, lo primero que saldrá a licitación es el tan ansiado colector de Ciudad Jardín. El proyecto ya estaba a falta del pliego de condiciones y en breve se hará realidad en una urbanización que está en precario sin colector y sin recepcionar después de más de veinte años. Es una zona con interés por parte de constructores para seguir desarrollándose urbanísticamente. Es una obra relativamente fácil, con un coste de 110.000 euros, que se ejecutará en tres meses y dejará de estar en esta situación insaluble para los vecinos. Además, agradecemos la ayuda y colaboración del Ayuntamiento de Salamanca para ejecutarlo de la mejor manera posible.
Es uno de los proyectos principales, además de urbanizar dos plazas: la del Polivalente y otra pequeña en el centro del pueblo, que también se acometerán con Planes Provinciales. También vamos a hacer el arreglo del cementerio y el hormigonado de la parte que falta del colegio, así como la renovación de parte del parque infantil de la plaza Donantes de Sangre y las obras de la AFE ‘Bosque de los Niños’.
Este año será lo más relevante que hagamos, aparte del día a día, además del ahorro de luz y las obras de eficiencia energética del DUS 5000. La intención es, poco a poco, dar otra imagen al pueblo, porque está muy precario en muchos servicios.
-¿La contención del gasto ha sido el objetivo marcado por el equipo de Gobierno en este primer año?
-Sí, sin duda, hemos intentado reducir los gastos innecesarios y que se podían haber estudiado y tenido en cuenta para mantener las arcas municipales, porque no tenemos números rojos pero se podría haber gestionado mejor y haber aprovechado ese dinero gastado de forma innecesaria para invertir en servicios o proyectos para el pueblo.
-En cuanto a las fiestas, ¿cómo se presentan? ¿qué destacaría de la edición de este año?
-Este año tenemos una buena semana, después de que el año pasado nos tocara organizarlas en un mes y de manera rápida, aunque echaremos mucho de menos a nuestro alguacil José, que se encargaba de todo y estaba pendiente de que no faltara nada para cada acto.
La principal novedad es la bueyada, que va a gustar tanto a niños como a mayores, y volvemos a recuperar las vaquillas en plaza. Hemos hecho caso y atendido las peticiones de los jóvenes y las peñas que pidieron vaquillas y que fueran en una plaza. También hemos recuperado la subida a la cucaña para que los chavales se diviertan.
Además, otra novedad es el control de aforo para evitar botellones y mayor seguridad y permitir así más capacidad a las verbenas y ampliar el Centro Polivalente, porque nos reunimos muchas personas.
Lo demás es lo que se viene realizando tradicionalmente y que no se pueden perder: el homenaje a los mayores, las dos orquestas, los desayunos de peñas, los concursos de tartas, además de la misa y la procesión.
También hay que destacar la figura del pregonero, Juan Carlos Martín, que merece el reconocimiento del pueblo a la persona que estuvo como secretario durante 26 años.
-¿Qué desea el alcalde a sus vecinos para estos días?
-Que disfruten todos los vecinos y aquellos que quieran venir a visitarnos y disfrutar. Esperamos que con el esfuerzo que vamos a hacer de contratar a una empresa de seguridad para control de acceso a las verbenas, que no surja el problema sufrido el año pasado.