Cáritas Diocesana de Salamanca ha presentado esta mañana su nueva campaña de Operación Vivienda con los objetivos de sensibilizar sobre la realidad de la vivienda en nuestra provincia, y recaudar fondos para seguir ayudando a que las familias y personas vulnerables puedan acceder y mantener una vivienda digna.
José María Rodríguez, secretario de Caritas Salamanca, y Oliva Martín, coordinadora del servicio de Acogida y Atención Primaria de la entidad, han sido los encargados de presentarla. Mientras que el diseño corre a cargo de los alumnos de Publicidad de la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca, con la supervisión de su profesora, Carmen María Alonso. El lema elegido es ‘Una vida digna requiere un hogar digno‘, en referencia a la vivienda como pilar de una vida digna, ya que el hogar es el reflejo de la vida de quien lo habita, y representa estabilidad, seguridad, calor y protección.
Aumentan los precios y la precariedad
Pese al descenso del riesgo de pobreza en el último año, al aumento en los costes de los suministros energéticos o la crisis inflacionaria ponen a prueba la capacidad de los hogares españoles para afrontar gastos esenciales como la alimentación y la vivienda. En especial, aquellas personas en situación laboral precaria, los jóvenes, las mujeres y la población inmigrante. Para la población más pobre, el gasto de vivienda y alimentación supone el 60% de sus ingresos, lo que obliga a muchas familias a recortar gastos (en especial alimentación y suministros) para no perder su casa.
En el caso de Castilla y León, el aumento de los precios debido a la subida de la inflación hasta el 11,6% agrava el problema, ya que suben los pagos del alquiler, los suministros de electricidad, gas, agua y los gastos en conservación y reparación de la vivienda. En Salamanca, el coste de la vivienda en alquiler ha subido un 6% en el último año, manteniendo la tendencia alcista. A eso hay que sumar la exigencia de un contrato de trabajo o un adelanto de 2 y hasta 3 meses en el pago, lo que hace que para muchas familias alquilar una vivienda sea imposible sin ayuda.
Ante esta situación, Cáritas solicita a la administración que cumpla con la limitación del precio del alquiler y la protección frente a los desahucios y desalojos sin alojamiento alternativo, acorde con la nueva Ley de Vivienda. Que aumente su esfuerzo para rehabilitar y mantener un parque de viviendas, promocionando la vivienda de alquiler social. Y que implemente una estrategia para luchar contra la exclusión residencial y el sinhogarismo.
Familias en situación límite
De diciembre de 2022 a noviembre de 2023, Cáritas Salamanca ha acompañado a 1.946 familias, aportando 3.158 ayudas, por un importe total de 937.831€. De estos, el 94% corresponden al alquiler, y el resto a electricidad, gas y agua. Respecto al 2022, suponen 906 familias más, siendo el dato más alto de los últimos cinco años. Por otro lado, la recaudación de la última campaña ha sido de 38.681€. Una cifra superior a los dos últimos años, pero que apenas cubre el 4% de las necesidades que suponen las ayudas de vivienda.
En cuanto a los perfiles ayudados, se encuentran los beneficiarios de Renta Garantizada de Ciudadanía, Ingreso Mínimo Vital (IMV) y otras prestaciones sociales, cuya cuantía no cubre todas sus necesidades básicas; familias monoparentales con una complicada conciliación familiar y laboral; personas con ingresos de trabajo insuficientes para cubrir sus necesidades; personas solas que viven en pisos compartidos; e Inmigrantes, especialmente aquellos en situación administrativa irregular o personas que han visto denegada su solicitud de protección internacional, y que no tienen acceso a ayudas sociales.
Cáritas les atiende por dos vías: por una parte, acompaña a cada una de estas personas y familias a través de una atención individualizada; por otra, concede ayudas de alquiler y de suministros.