El Ayuntamiento de Salamanca ha informado de los recientes hallazgos que se han encontrado en el marco de las actuaciones que se están llevando a cabo para la reapertura del Portillo de San Vicente y el acondicionamiento de la plataforma superior. Un descubrimiento que muestra lo que parece la zona cero del origen de la ciudad en la primera Edad del Hierro y el lugar donde empezó todo.
En la actuación que se está llevando a cabo para la reapertura el conocido como Portillo de San Vicente en la muralla medieval aparecieron los cimientos del testero plano de la capilla mayor de la iglesia del desaparecido convento benedictino de San Vicente y parte de las capillas laterales. Este hallazgo obligó a modificar el proyecto para integrar los restos y que puedan ser contemplados por los visitantes, obligando a renunciar a la accesibilidad inicialmente concebida en esta entrada y optar por una escalera desde la que se podrán ver estos elementos del desaparecido complejo monástico.
Por otro lado, desde el pasado verano se están llevando a cabo los trabajos de acondicionamiento de la plataforma superior del Cerro de San Vicente que contemplan excavaciones en cinco puntos ubicados en la parte alta de la colina. El objetivo principal es sacar a la luz las cabañas de la Edad del Hierro y otras estructuras auxiliares descubiertas entre 2005 y 2022 y que fueron protegidas a la espera de ponerlas en valor.
También se ha trabajado en el espacio ocupado por las antiguas trincheras usadas por las tropas napoleónicas y en los restos de la antigua casa de recreo del convento de San Vicente. En el trascurso de los mismos tenido ha aparecido lo que podría ser un pozo de nieve vinculado al convento, cuya embocadura se había detectado en las excavaciones de 2017 sin haberse profundizado más en la investigación de la construcción.
Hay que recordar que los complejos monásticos más importantes de la ciudad contaban con estos ‘frigoríficos de piedra’. El mejor ejemplo es el Pozo de Nieve del desaparecido convento de San Andrés, uno de los recursos turísticos más importantes de la ciudad, o los del convento de San Esteban, la Clerecía o el desaparecido monasterio Jerónimo de Nuestra Señora de la Victoria (en la actual fábrica de Mirat).
Tal y como ha informado el alcalde de Salamanca, García Carbayo, «de momento se ha bajado hasta unos 4 metros de profundidad y aún no se ha alcanzado la base, por lo que estaríamos ante una estructura de grandes dimensiones». No obstante, para confirmar su función original hay que concluir su excavación y analizar todos los elementos funcionales que definen este tipo de construcciones.
La actuación para la reapertura del Portillo de San Vicente tiene un presupuesto de 587.294,48 euros y el acondicionamiento de la plataforma superior, de 1.011.930,66 euros.
 
			 
                                

 
							


