¿Podrían los habitantes del alfoz de Salamanca atender sus responsabilidades con normalidad únicamente utilizando autobuses metropolitanos? Ante un transporte público cada vez más deteriorado, en el que las averías, los retrasos y las quejas se convierten en protagonistas desde hace años, los servicios personalizados toman el control en muchas ocasiones para solventar la situación. A raíz de esto, cabe plantearse cómo de imprescindibles son los servicios como los taxis. Lucio, uno de los cinco conductores con licitación en Santa Marta de Tormes, no duda de su respuesta: “El taxi siempre existirá”.
Varios profesionales de este sector en el alfoz confirman por unanimidad que, cuando un autobús se avería se nota “muchísimo” el aumento de la demanda de vehículos. “En el momento en el que falla algún autobús, empiezan a llegar bastantes más llamadas y a veces tenemos que dejar a gente fuera porque no damos abasto”, dice Lucio. Enrique Montejo, único taxista de Cabrerizos cuenta recibir “muchas más solicitudes de servicios durante la hora u hora y media que dura el incidente”. Avelino, uno de los dos taxistas con licencia de Carbajosa de la Sagrada, y María, la poseedora del único taxi de Villares de la Reina, coinciden con sus compañeros rotundamente.
Llueven las quejas ante una envejecida flota de vehículos
“Esta mañana no ha venido el autobús de Carbajosa de las 7:00 horas y he tenido que coger un taxi porque no llegaba a trabajar, ‘la broma’ me ha costado ocho euros”. Mensajes como este, que publica un usuario en sus redes sociales, son cada vez más habituales. Por su parte, María, una joven salmantina de 19 años, asegura que “he llegado muchas veces tarde a clase, sobre todo el año pasado, porque los autobuses llegaban más tarde o más temprano de lo programado y lo perdía”. Además, cuenta que, en una ocasión, tuvo que llamar a un taxi porque el autobús nocturno de Carbajosa de la Sagrada no aparecía, un día en el que estaba programado hacerlo. “Éramos seis amigos y tuvimos que pedir un taxi de siete plazas, por lo que además nos salió bastante caro”. Por otro lado, Daniel, de 23 años, reconoce que en una ocasión llegó tarde a clase porque el autobús se averió: “Nos quedamos parados en la rotonda del barrio San José sin mucho que poder hacer hasta que arrancó, no sé ni cómo, de nuevo”.
Como puede observarse, tanto en redes sociales como en conversaciones personales con los usuarios, el mal funcionamiento de los autobuses metropolitanos es un tema que habitualmente sale a la luz entre los habitantes del alfoz salmantino. Autobuses rotos, goteras que filtran el agua cuando llueve, fallos que los dejan parados en cualquier punto y demás acontecimientos como los retrasos causan indignación. Pero, ¿cuáles son realmente las razones por las que los autobuses fallan tanto? Tal y como afirmó la Consejería de Movilidad y Transformación Digital de la Junta de Castilla y León en las Cortes, la flota de los 25 vehículos que cubren el servicio de transporte metropolitano en Salamanca tiene una edad media que supera los once años de antigüedad, con cerca de un millón de kilómetros en ruta. Por si fuera poco, algunos de esos vehículos superan los 16 años y los 1,2 millones de kilómetros, además de que ahora mismo no circula ninguno que baje de los 500.000 kilómetros recorridos.
Ante esta situación, Avelino, taxista de Carbajosa, demuestra comprensión debido a que, según la intención de la citada Consejería de Movilidad, el concurso de explotación del transporte metropolitano saldrá a lo largo de este año 2025. “La licitación sale a concurso pronto. Lógicamente, la empresa que ahora otorga el servicio no querrá gastarse dinero en comprar vehículos buenos hasta saber si en el futuro continuará o no”, explica. Además, aunque entiende muchas de las quejas al servicio de autobuses, también es crítico con algunas de ellas: “Muchas veces protestan porque se adelanta o se retrasa, pero tienen que contar también con las paradas que hay y con las personas que se suben en cada una de ellas. Si un autobús está programado para llegar a una hora, pero en la parada anterior no había nadie, es normal que siga el recorrido y llegue un poco antes. A veces, los usuarios deberían prever más esas posibilidades”, explica.
“No todo el mundo se puede permitir pedir un taxi”
Ante estos inconvenientes, cabe pensar en la posible existencia del taxi como único sistema de transporte. En cambio, hay un problema: el precio. María, vecina salmantina, que dice no utilizar muchas veces los taxis, opina el coste de los mismos debería cambiar: “El gasto que conllevan es muy alto y más cuando tienes que ir de un pueblo a otro porque cobran un incentivo. Por ello, no todo el mundo se puede permitir pedir un taxi”. Ante este tipo de quejas, la taxista de Villares de la Reina es clara al explicar los motivos: “Los autobuses metropolitanos están subvencionados, por lo que los pagamos todos. En cambio, los taxis no lo están, y nosotros cobramos las tarifas que desde la junta directiva nos imponen”, afirma. Por su parte, Lucio y Pilar, ambos taxistas del territorio santamartino, también reconocen que su servicio “es mucho más caro”, pero consideran que tiene muchas ventajas frente al autobús.

“Los taxis son completamente imprescindibles”
Aunque el inconveniente económico es relevante, los profesionales aseguran que la eliminación del servicio de taxis no es viable. “Hay gente que no puede utilizar los autobuses bien por falta de movilidad o porque no puede estar con mucha gente en el mismo espacio”, declara. Además, está de acuerdo con su compañera en que es un servicio personalizado: “El trato es distinto, muchas veces acompañamos a los clientes a la puerta o al ascensor porque son mayores y no pueden subir las escaleras o bajar del coche bien”. Por otro lado, María, la profesional de Villares, se centra en la plena disponibilidad del trabajo. “Estamos disponibles las 24 horas del día. Hay muchas personas que necesitan avisarnos para ir a una hora muy temprana al tren o para ir al hospital a urgencias, además de otras muchas situaciones”, afirma.
Cuando a Enrique, taxista de Castellanos, se le pregunta por si, en el hipotético caso de que hubiese únicamente autobuses, los ciudadanos podrían atender a sus responsabilidades con normalidad, su respuesta es rotundamente negativa. “No. Los taxis están para servicios especiales en relación a la temporalidad. En ocasiones, si no cogen un taxi no les da tiempo a llegar a ciertos lugares”. En relación a esto último, Lucio y Pilar hacen hincapié en las numerosas citas previas que reciben: “Trabajamos mucho así, ahora mismo yo tengo ya unas cuantas reservas para mañana. Las personas muchas veces prefieren tener la certeza de que van a poder llegar a tiempo, sin arriesgarse a que el autobús no funcione bien”.
Por lo tanto, tal y como afirman las diferentes declaraciones, los taxis son “completamente imprescindibles”, y, en muchas ocasiones, se convierten en la opción segura ante un inestable servicio de autobuses metropolitanos, que no ha mejorado tras la puesta en marcha de la gratuidad del transporte público en Castilla y León el pasado 1 de septiembre.