Cada vez queda menos para que las calles de Santa Marta se tiñan de color, música y ambiente festivo con la llegada de sus fiestas patronales, que comienzan el próximo viernes 25 de julio.
Y, si hay algo que convierte por completo el espíritu de un municipio durante sus fiestas, esas son sus peñas. Este año, Santa Marta supera el medio centenar de grupos con 60 registros, de los cuales 53 se reparten en las 47 casetas del tradicional ‘Campamento Krusty’, algo que bate el récord desde que comenzó esta iniciativa.
Completada ya la distribución de las casi 50 casetas en la totalidad del recinto, algo para lo que se ha necesitado colocar una hilera adicional debido a la numerosa demanda, llega el turno de la instalación de dichas cabañas. Para esto, las peñas han contado con un plazo de cuatro días comprendidos entre los pasados viernes 18 y martes 22 de julio. En cuanto a la instalación eléctrica, se ha encargado el Ayuntamiento a lo largo del jueves 24.
De esta manera, estará todo listo para que las peñas de Santa Marta amenicen una vez más unas fiestas que prometen estar llenas de ambiente, convivencia y mucha diversión. Por su parte, Norberto Flores San Juan, concejal de Juventud de Santa Marta de Tormes, analiza el amplio aumento del volumen de peñistas en el municipio, junto con la evolución de la participación de las mismas y la situación actual de la localidad en relación a sus vecinos jóvenes.
¿Qué significan las peñas de Santa Marta para sus fiestas?
Las peñas son prácticamente lo más importante de las fiestas patronales del municipio. Aunque todos los vecinos son importantes, es verdad que al final las peñas son las que dan color al pueblo. Gracias a la gran aceptación que tienen en el pueblo y la gran aportación que hacen al municipio, las peñas no dejan de ser una de las piezas claves en la localidad.
¿Cómo describiría la evolución de la participación y el recibimiento de las fiestas por parte de las peñas?
Santa Marta en relación a las Peñas ha cambiado muchísimo. En cuanto al volumen de las mismas, cada vez hay más grupos debido a la llegada de nuevas peñas y la permanencia de las veteranas. Ahora mismo, nos encontramos con 2.000 peñistas en todo el pueblo y 1.200 dentro del ‘Campamento Krusty’, algo inimaginable unos años atrás.
En relación a la colaboración por parte de las mismas, es verdad que la carga que tienen los grupos es menor que hace años. Aunque hay peñas como ‘Restrayaos’, ‘Las Águedas’ e ‘Independientes’ que colaboran en ciertos eventos, es cierto que ahora no es necesario que organicen todo. Antes, en cambio, las peñas eran las que tenían que encargarse de sacar adelante eventos como los torneos de remi, futbolín, fútbol playa o fútbol siete. Hoy en día, no es tan necesario gracias a que el Ayuntamiento colabora con empresas que se responsabilizan de la mayoría de las actividades.
Además, todo esto se une a que los tiempos cambian. Actualmente, los chicos jóvenes tienen otra manera de disfrutar las fiestas que, aunque también es válida, es diferente a la idea que triunfaba hace unas décadas.
¿Cómo surgió el ‘Campamento Krusty’, uno de los recintos más valorados por los peñistas del municipio?
El ‘Campamento Krusty’ surgió como una alternativa ante la falta de locales para las peñas en Santa Marta, que dejaron de alquilarse por las molestias que generaban en los barrios. La idea comenzó en 2014 con Marta Labrador como concejala de Juventud, cuando se instalaron las primeras dos casetas en la calle. Más adelante, durante la etapa de Silvia González, el número de peñas aumentó considerablemente y se decidió trasladar las casetas a un descampado, el antiguo recinto de Veraluz.
Ante el crecimiento constante de peñas y la imposibilidad de encontrar locales adecuados, el actual alcalde, David Mingo, consolidó la idea del ‘Campamento Krusty’ como un espacio estable y organizado. Desde entonces, gracias a la iniciativa que tuvimos en el Ayuntamiento de Santa Marta y también al terreno que nos cedieron, este espacio se ha convertido en uno de los recintos más valorados por los jóvenes del municipio, donde cada año se reúnen decenas de peñas para vivir las fiestas con buen ambiente y convivencia.
Si no fuese por el ‘Campamento Krusty’ y las discotecas móviles organizadas en él tras las actuaciones musicales, se generaría un volumen de jóvenes inasumible a altas horas de la madrugada. Es imposible agrupar a 1.200 personas en el casco urbano.
Este año se celebra la IV Semana de la Juventud. ¿Qué se pretende lograr con esta iniciativa?
La Semana de la Juventud nace de la realidad demográfica de Santa Marta: es el municipio más joven y con mayor volumen de población joven de toda la provincia. Con tres colegios y dos institutos, el número de niños, adolescentes y jóvenes es altísimo, por lo que desde el Ayuntamiento se apuesta por seguir fomentando actividades que respondan a sus intereses y necesidades. Esta iniciativa comenzó años atrás y, desde entonces, se ha consolidado como una cita que busca visibilizar y dinamizar la vida juvenil en el municipio.
En esta cuarta edición, se pretende ir más allá del concepto tradicional de juventud, abriendo la participación a todas las edades. La programación incluye actividades como la Pool Party, donde niños y mayores comparten un espacio común: los más pequeños disfrutan de hinchables y juegos, mientras sus padres pueden sumarse al tardeo o participar juntos en propuestas familiares. El objetivo es fomentar la convivencia intergeneracional y ofrecer una semana en la que todos los vecinos se sientan incluidos, desde los más pequeños hasta aquellos que, aunque ya adultos, siguen sintiéndose jóvenes.