El concurso de arroces, una cita imprescindible para seguir compartiendo las fiestas en Cabrerizos

Los vecinos han degustado los arroces elaborados para seguir compartiendo la jornada festiva de convivencia.

Tras las celebraciones religiosas, a partir de las 14:30 horas, el ambiente festivo de Cabrerizos se ha trasladado a la Feria de Día, donde tenía lugar el esperado Concurso de Arroces, un acto que ya es tradición en el marco del Corpus y que moviliza a cocineros aficionados y familias enteras decididas a mostrar lo mejor de su talento culinario.

El jurado, formado por cinco vecinos del pueblo, recorre los puestos junto al alcalde, Claudio del Río, degustando cada plato con cuidado antes de abrir la degustación al resto del vecindario. Todos los participantes reciben un premio de 50 euros como reconocimiento al esfuerzo y la creatividad volcados en sus propuestas, mientras el ambiente se llena de aromas, conversaciones animadas y risas compartidas.

Entre los participantes, destaca el ‘arroz de Dina’, que presenta un arroz de marisco y pollo que le vale el primer premio y un lote de embutidos ibéricos. El segundo premio recae en Jorge Barca, que sorprende con un arroz con pulpo y navajas, una propuesta marina con un punto original que le hace merecedor de un queso manchego. Pero más allá de los premios, el concurso brilla por la calidad y diversidad de los platos. Tito y Mª Ángeles apuestan por una carrillera al Pedro Ximénez y al vermut con setas. Javi, por su parte, destaca con su ‘Arroz de la Tierra’, una receta potente a base de costilla adobada curada. Gus y Blas cocinan un ‘Arroz al Señorito’, limpio y sin cáscaras, con calamares, chipirones, gambones y verduras del huerto local; mientras que Paula y Jessi preparan su ‘Arroz con Alma’, con chipirón, pimiento, calamar y un toque distintivo de ajo negro.

La tarde avanza entre brindis, conversaciones y una sensación compartida de orgullo por formar parte de una comunidad que mantiene vivas sus costumbres sin renunciar a la innovación ni al espíritu festivo. Cabrerizos demuestra, una vez más, que el Corpus Christi no es solo una celebración religiosa, sino una cita con la identidad del pueblo, con su historia y con la alegría de compartirla.

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