LAURA CENALMOR
«Naturaleza y convivencia». Esas dos palabras son las que escogen dos de las profesoras del CRA ‘La Flecha’ de Cabrerizos para definir la mañana que se ha vivido hoy en el Centro de Formación Profesional Lorenzo Milani.
En este lugar, los 215 escolares de Educación Primaria del colegio han celebrado el Día del Árbol, con algo de tardanza debido a condiciones meteorológicas, en una jornada en la que los alumnos de ambos centros han podido compartir experiencias, diversión y enseñanzas. Esta efeméride, que forma parte del programa municipal ‘Cabrerizos Educa’ en el que el CRA colabora con el Ayuntamiento, involucra a más de 70 alumnos del Lorenzo Milani para impartir, durante la mañana, los 14 talleres que componen la jornada. El evento ha tenido lugar a las 10:00 horas, poniendo el broche final a las 13:00 horas con una actuación de su Escuela de Circo en la que marionetas, malabaristas, músicos y zancudos han tomado el protagonismo.
Cabe destacar que, aunque es una iniciativa longeva, este año tiene la peculiaridad de celebrarse por primera vez, en vez de en el colegio, en las instalaciones del centro de formación profesional, algo que, según una opinión generalizada de los participantes, es mucho más enriquecedor. “El espacio es más abierto y los alumnos salen de su entorno. Hemos bajado caminando y ya sólo el paseo ha sido muy bonito, además de que aquí hay muchas más plantas y pueden ver los animales que tienen”, detallan las docentes. Por su parte, María Eugenia y Juan José, profesores de grados forestales del Lorenzo Milani, destacan lo “a gusto” que están los alumnos. “Es muy gratificante para todos, los alumnos se lo pasan muy bien”, destaca María Eugenia. Por su parte, el alcalde de Cabrerizos, Claudio del Río, presente durante todo el acto, se enfoca también en lo positivo de este encuentro. “Están todos pasando un muy buen día, la colaboración del CRA ‘La Flecha’ con el Consistorio del municipio es siempre muy positiva”, destaca el regidor.
A partir las 10:00 horas de una mañana en la que el sol era uno de los protagonistas, han comenzado las actividades, cuyo contenido ha sido muy variado, con talleres de floristería, forestales, mimetismo y botánica, además de sesiones de conocimiento de aves, primeros auxilios y juegos inclusivos. Ainhoa, estudiante de Integración Social de primer curso, se ha encargado junto a sus compañeros de organizar esta última actividad. “Les hemos enseñado, a través de juegos como el ‘Indio Ciego’, las adaptaciones que pueden tener ciertos deportes para personas que tienen una discapacidad”, explica la alumna.
Óscar, que comparte curso con Ainhoa, ha participado en un taller de primeros auxilios: “Nuestro trabajo se basaba en explicar en qué consiste la reanimación cardiopulmonar con la ayuda de un muñeco cedido por la Universidad de Salamanca. Todos los participantes han tenido que practicarlo y, después, les hemos enseñado mediante fotografías el aspecto que tienen las picaduras de diferentes insectos”, explica el alumno. Ambos coinciden en que esta iniciativa es enriquecedora para todos. “A nosotros actividades de este tipo nos hacen ganar cierta experiencia con los niños y las niñas, algo que es muy importante. En cuanto a los alumnos del CRA, esta es una forma de que se diviertan a la vez que aprenden y conocen elementos como los que se utilizan en los deportes adaptados. Ahora seguro que cuando los vean no les parecerá extraño”, explica Ainhoa, mientras que su compañero resalta la buena disposición de todos los niños y niñas.
Por otro lado, David, Sergio y José, que estudian primer curso del Grado Medio en Aprovechamiento y Conservación del Medio Natural, cuentan, mientras se ven todas las herramientas expuestas, que su taller se ha dividido en dos apartados: incendios y trabajos forestales. “Les hemos enseñado la maquinaria utilizada en los incendios, además del mono ignífugo, junto con las botas, casco y guantes de trabajo”, comenta David, mientras que Sergio enseña las motosierras que les han mostrado a los alumnos. Este último, cuando se le pregunta el porqué de la utilidad de esta actividad, resalta el acercamiento de los niños con la naturaliza y los trabajos forestales. “Muchas personas en la ciudad no saben lo que es el contacto con el monte, además de que desconocen lo sufridas que son las labores en esos entornos”, añade, mientras suena de fondo el timbre que anuncia el comienzo del descanso.
Finalmente, y tras hacer un parón para que los niños y las niñas pudiesen almorzar, los integrantes de la Escuela de Circo Santiago Uno tenían preparada una sorpresa para los asistentes: un espectáculo pasacalles que ha recorrido el recinto ante una marea de alumnos que, sin dejar de prestar atención, les seguían expectantes. Así, zancudos, músicos y malabaristas, junto con un enorme títere en forma de dragón que ha entusiasmado a los alumnos, han colocado el punto final a una jornada repleta de aprendizaje y diversión.