Santa Marta se ha vestido esta tarde de fiesta con la joven novillera Raquel Martín como protagonista. Esta santamartina ha sido la pregonera que ha inaugurado las Fiestas de San Blas de este año con una emotiva intervención llena de recuerdos a sus raíces y a Santa Marta como su pueblo, del que presume allá donde va, como ha asegurado ante un salón de plenos repleto de autoridades, vecinos y en el que ha estado arropada por sus padres.
El alcalde, David Mingo, ha sido el encargado de dar presentar a la pregonera y así cumplir con la tradición y abrir oficialmente las fiestas con el pregón en honor al patrón del municipio, San Blas. «Pregones que con el paso de los años se han consolidado como una forma de reconocer y poner en valor las cualidades, el talento, la trayectoria o el esfuerzo de los vecinos o de las personas vinculadas a Santa Marta», ha destacado Mingo.
Un acto en el que Laura Cerdeño ha puesto la nota musical, y con el que «buscamos afianzar esos sentimientos de los que nos tenemos que sentir orgullosos de nuestro pueblo, de ser el pueblo de los museos, de la Isla del Soto, de los murales,… pero a veces, incluso a nosotros, a los que somos de Santa Marta se nos olvida todo lo que somos y todo lo que tenemos y hay que hacer el esfuerzo de poner en valor a nuestro pueblo pero sobre todo destacar a las personas excepcionales que tenemos entre nosotros».
Es el caso de Raquel, «que tiene mucho mérito. Una chica que siendo muy joven tiene que decidir hacia dónde dirigir su futuro. Una decisión difícil: seguir el camino que marcaba la cabeza para enseñar en las aulas a los más pequeños o romper con todo y hacer caso a los dictados que le brotaban del corazón para luchar por un sueño casi imposible, vestirse de luces y mostrar el arte y la técnica que lleva en su muñecas, en sus brazos y en sus caderas», ha afirmado el alcalde, quien ha insistido en el coraje de esta joven «que ha luchado por sus sueños, ha renunciado a una vida más sencilla y ha arriesgado para ser feliz».
Mingo ha dado paso a la pregonera, destacando su valentía ante las vacas y las virtudes de una «novillera con picadores que vive y crece en Santa Marta con una fuerza, un coraje y una decisión que la empujan a luchar por sus sueños en un mundo complicado, en un mundo tradicionalmente reservado a los hombres, el mundo del toro».
Raquel Martín ha recordado que Santa Marta «es mi casa, mi raíz y mi inspiración. Aquí, entre sus calles, brotó la pasión que me impulsó a cambiar el rumbo de mi vida. Porque mis sueños tenían otras formas y colores y soñaba con enseñar números en las aulas, pero pronto me di cuenta que mi verdadero destino no era el álgebra, sino en el albero».
En su intervención ha destacado que el pasado año, al vivir uno de los mejores momentos de su vida, cuando cumplió uno de sus sueños: ser la primera mujer en hacer el paseíllo a pie en la Feria de Salamanca, vestida de luces, en el centenario ruedo de La Glorieta, «aquel día, cada muletazo, cada suerte y cada lance llevaban el aire de Santa Marta», ha expresado con orgullo.
Ha insistido que «el toreo, como la vida, es una lucha constante. Cada embestida del toro es un desafío que exige temple, técnica y corazón. Y así piso cada plaza, con respeto y valor, sabiendo que detrás de mí llevo el orgullo de ser charra y de Santa Marta.
Por ello, ha agradecido a sus amigos y vecinos santamartinos «vuestra fuerza y vuestro aliento, porque los sueños no entienden de límites, pero sí requieren de coraje, esfuerzo y el apoyo de quienes nos rodean y sin mi pueblo, este sueño no sería realidad».
Martín ha arrancado los aplausos del público al concluir su pregón presumiendo de ser santamartina: «Levantemos siempre el nombre de Santa Marta con el orgullo y la pasión que merece. Y recordad que cada pase que dé en el ruedo llevará vuestro aliento, porque sois mi motor y mi inspiración. Gracias, Santa Marta, por ser mi refugio, mi raíz y mi horizonte».