El delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, ha presentado el ‘Plan de Choque’ que la Dirección General de Tráfico activará en las carreteras de titularidad estatal como respuesta inmediata al incremento de la siniestralidad grave y mortal.
Durante el primer trimestre del año se han registrado 25 accidentes mortales en las vías autonómicas, siete más que en el mismo periodo del año anterior, que se han saldado con 26 fallecidos -21 circulaban en turismo, cuatro en motocicleta y uno en camión-, lo que representa seis víctimas más. El número de heridos hospitalizados -con un ingreso de más de 24 horas- en estos tres primeros meses del año ha alcanzado los 70, 15 menos que en el primer trimestre del 2023.
Esta tendencia al alza, generalizada en todo el territorio español y que ha empujado al Ministerio de Interior a actuar con «más fuerza y contundencia» con el objetivo de revertir una situación que, en palabras del delegado, es «inasumible. Es por ello que desde la DGT se van a poner en marcha un plan con hasta ocho medidas que pretenden reducir la siniestralidad en nuestras carreteras», ha señalado Sen.
El ‘Plan de Choque’, que viene a complementar las medidas previstas en la Estrategia de Seguridad Vial 2030, contempla la instalación de nuevos dispositivos de control de la velocidad en las carreteras. Concretamente, en Castilla y León se instalarán ocho nuevos cinemómetros, dos radares fijos y seis de tramo. Una medida motivada, según ha recordado, por el “importante” aumento de los accidentes por velocidad inadecuada.