La Junta de Castilla y León ya ha incluido al municipio como zona catastrófica para pedir al Gobierno central las ayudas económicas que permitan cubrir el elevado coste que supondrá reestructurar las zonas afectadas, que quedaron anegadas por la crecida del río, como El Picón, caminos de la Isla del Soto, el Paseo Fluvial de La Fontana, las orillas del sector 2, así como juegos, parques y mobiliario urbano.
El problema sufrido por la crecida histórica del río, generada por el desembalse del pantano de Santa Teresa, que provocó la turbidez del agua en Santa Marta y que no fuera apta para el consumo durante tres días, ha centrado la mayor parte del debate del primer pleno del año celebrado esta mañana. Una situación provocada la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) y que incrementó el problema y los desperfectos sufridos en el municipio, por lo que el Ayuntamiento de Santa Marta le reclamará responsabilidad patrimonial «por no haber notificado el desembalse de agua para haber estado sobre aviso, aunque no se hubiera podido hacer más», ha afirmado el alcalde, David Mingo, quien ha informado además, que la Junta de Castilla y León ha incluido al municipio santamartino en las solicitudes de zona catastrófica al Gobierno central para ayudar a la recuperación de los espacios anegados.
En la sesión el alcalde, David Mingo, ha reiterado a la Corporación municipal que, «tras estudiar a conciencia todas las posibilidades, la conexión de la red de suministro de agua a la de Salamanca es la única opción viable para terminar con el problema, tanto en lo económico como en los resultados».
Por un lado, y después de hacer las consultas pertinentes a los expertos, el portavoz del equipo de Gobierno, Juan José Santos, ha dejado claro que la construcción de una nueva potabilizadora con la última tecnología supondría una inversión total de entre 7 y 8 millones de euros, lo que limitaría el presupuesto anual del Ayuntamiento que asciende a 10 millones de euros. «Aun así, el hecho de sustituir la potabilizadora no aseguraría que ante una situación como la de los últimos días, con unos índices de turbidez por encima de 600, el problema pudiera neutralizarse con esta tecnología», ha insistido.
Asimismo, Santos también ha explicado que el problema de la calidad del agua «se origina en el proceso de captación –que se hace durante seis meses en el Canal de Villagonzalo y durante otros seis en el río Tormes–, algo que no se soluciona con una potabilizadora», afirmación que ha reiterado el alcalde.
El portavoz municipal ha repasado las inversiones realizadas por el Ayuntamiento de Santa Marta para mejorar la calidad del agua. En total, desde el año 2018 se han destinado más de 300.000 euros en 14 inversiones, como la instalación de bombas para rebajar el caudal y que no entre agua con la máxima turbidez, además de una conexión a Salamanca para situaciones de emergencia en la parte baja del municipio, entre otras.
Por todo ello, los responsables municipales han explicado que la única alternativa es la conexión a Salamanca, «un proyecto que estará listo a medio plazo y que superará ampliamente el millón de euros, financiado además con ayuda de la Diputación y de la Junta», ha afirmado el alcalde.
Además, otros de los puntos aprobados en el pleno ordinario de Santa Marta han sido la adhesión a la Central de Contratación de la FEMP, por unanimidad de todos los grupos, y la revisión del precio del contrato de limpieza urbana y recogida y transporte de residuos (periodo 09-07-2023 al 08-07-2024), que establece un canon anual revisable de 994.156 euros, que ha contado con el apoyo de la mayoría de concejales, salvo la abstención de la edil de Santa Marta Decide.
El malestar de algunos vecinos por la venta de invitaciones para acceder a las verbenas de las Fiestas de San Blas también lo han trasladado en el pleno, al considerar que limita la participación ciudadana.