Tarde taurina con amenaza de lluvia que no ha frenado las ganas de los mozos de pisar el albero de la plaza portátil de Villares. El público ha vuelto a acudir en buen número para disfrutar de los capotazos, los cortes y las carreras de los valientes que se han enfrentado a las vaquillas.
A pesar de la lluvia, que hizo aparición en algunos pasajes del espectáculo, los vecinos de Villares han exprimido las fuerzas y las embestidas de las vaquillas.
Gradas coloridas con los atuendos de las peñas que, de nuevo, han puesto la alegría y la diversión al son de la charanga. Pequeño altercado, que no fue a más, para finalizar la capea cuando los mozos agarraron a una de las vacas, que se hacía la remolona, para devolverla a los corrales. Estos fueron increpados por una joven, a la que no le gustaron las formas, y que tuvo que ser calmada por la Guardia Civil.