Las Águedas toman el mando para mantener la tradición con su espíritu de fuerza y ayuda a los demás

El alcalde de Doñinos, Manuel Hernández, haciendo entrega al las Águedas del bastón de mando.

Cada 5 de febrero, festividad de Santa Águeda, como cada año las mujeres de pueblos y ciudades toman el poder para hacerse ver y reconocer su valor. De esta manera mantienen viva una tradición que en algunos lugares se va perdiendo por la falta de relevo generacional, ya que las jóvenes no siguen con la costumbre.

Engalanadas con sus mantones y vestidas de charras en algunos municipios como Santa Marta y Doñinos, las mujeres salen a las calles a disfrutar y divertirse en su día de fiesta, que aprovechan para reunirse y compartir comida de hermandad y bailes.

Una jornada que algunas llevan celebrando desde hace unos días y cuyo acto inicial para comenzar la fiesta es la entrega del bastón de mando por parte del alcalde. Un traspaso simbólico del poder que reconoce el valor de las mujeres y su espíritu de servicio a los demás y que es algo que ejercen cada día en casa y con su familia.

Así, después de que hace varios días el alcalde de Santa Marta, David Mingo, entregara el bastón de mando a Mª Carmen Vicente; y el primer edil de Carbajosa, Pedro Samuel Martín, hiciera lo mismo con Paulina Borges, la mujer más mayor del municipio con 92 años, hoy domingo Día de Santa Águeda, las féminas siguen teniendo el protagonismo y, además de celebrar la misa, ofrendas y convites con la animación del tamborilero, primero han tomado el bastón de mando en Cabrerizos, Villares, Doñinos y Castellanos de Moriscos.

En Cabrerizos, donde se mantiene viva la tradición con más de una treintena de mujeres, ha sido Esperanza Cordovilla Pérez, como aguedera mayor, la que ha recibido el bastón de mando de manos del teniente de alcalde, Jesús Quintero, que les ha animado a seguir con su espíritu de alegría para mantener las tradiciones y poder seguir juntándose para celebrar.

En Villares, la sorpresa ha llegado en la entrega del bastón de mando, que habitualmente recibe la mujer de mayor edad del municipio, pero que este año el alcalde, Ventura Recio, ha querido tener un reconocimiento público y entregárselo a Teresa Polo Recio. De esta manera, ha agradecido los 16 años que estuvo como concejala en el Ayuntamiento y que fue la impulsora de retomar la tradición y que las Águedas volvieran a tomar impulso en Villares, con una fiesta que sigue en auge y cada vez con más participación, incluso masculina, y en estos momentos son 26 participantes.

En Aldeaseca de Armuña, la alcaldesa, Elisa Menchini, ha entregado también el mando a Ana María San José, que vuelve a ser este año la mayordoma de las águedas.

En Castellanos de Moriscos, Consuelo Madruga ha sido nombrada alcaldesa de honor por la alcaldesa, Victoria Manjón, y a continuación, las mujeres han disfrutado de su día con la misa y la comida entre ellas.

En Doñinos, Josefa Amaro Amador (Pepi) ha recibido el bastón y la banda que la nombra aguedera mayor de manos del alcalde, Manuel Hernández, con el que las mujeres también han bailado al son del tamborilero.

En Santa Marta la programación ha arrancado con una misa castellana en honor a Santa Águeda. Una misa cantada por las propias Águedas, acompañadas desde hace años por El Mariquelo, que además de la gaita y el tamboril, tocan las castañuelas, la botella y el almirez. Además, las monaguillas han sido dos aguederas: Eva Moreno y Luisa Novillo.

Durante la eucaristía se han realizado 13 ofrendas a Santa Águeda: el bastón de mando, pan y vino, un bollo maimón, un rosco, frutas, flores, un cirio, un mantón, la gaita y el tamboril, una botella de licor, el almirez, las castañuelas y seis palomas que se soltaron en el exterior de la iglesia después de la procesión.

En esta misa de las Águedas, participaron como ya es costumbre las cinco concejalas de Santa Marta que, además, también colaboraron con las ofrendas. Así, Marta Labrador y Silvia González fueron las encargadas de ofrecer a la santa el pan y el vino, mientras que Mari Cruz Gacho y Esther Casado hicieron lo propio con el bollo maimón. Por su parte, Chabela de la Torre acompañó a Amparo, una de las aguederas más veteranas, en la entrega del cirio.

Al finalizar, se celebró la procesión con el recorrdio tradicional. En cuanto a la vestimenta, las Águedas se engalanan para este día con el traje charro y además, el día de San Blas, casi todas las aguederas intentan incorporar al traje el típico mantón.

En ese sentido la imagen de Santa Águeda no se queda atrás, ya que hace casi 40 años las mujeres compraron la talla a la que luego vistieron con un traje rojo, lazo, capa y collar. Este año además, y para facilitar el paseíllo de la santa en la procesión, se han incorporado unas ruedas a las andas de madera de encina, que se han ocultado con unas cortinillas elaboradas por las propias Águedas.

 

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