Una llamada telefónica alertó de que se estaba produciendo una pelea en una bar ubicado en la calle Rodríguez Fabrés con lanzamiento de sillas y rotura de enseres, estando implicadas más de diez personas. Los agentes de la Policía Nacional se desplazaron al lugar y localizaron al grupo de cinco jóvenes a los que se identifica y entre los que se encuentra el que posteriormente sería detenido.
Los agentes pudieron comprobar los daños provocados en el cristal de la puerta de acceso, así como los daños del interior con taburetes tirados y restos de cristales por el suelo. Al entrevistarse con una de las trabajadoras les indica que a un grupo de jóvenes que había estado consumiendo en varias ocasiones se le indicó con suficiente antelación que en unos minutos se iba a proceder el cierre del establecimiento, pero uno de ellos comenzó a ponerse agresivo manifestando dando voces, que él quería quedarse más tiempo, a la vez que daba fuertes golpes en la mesa en la que estaban y amenazaba a una de las trabajadoras. Que posteriormente se les volvió a repetir que debían abandonar el local, y es en este momento cuando el mismo joven, se levantó y dando voces comenzó a tirar taburetes, dirigiéndose hacia la trabajadora, a la vez que la amenazaba, teniendo ésta que refugiarse para no ser agredida.
Finalmente el grupo abandonó el local y el mismo varón, una vez fuera, rompió de una patada el cristal de la puerta de acceso, momento en el que la empleada que se disponía a cerrar la puerta con llave sufrió varios cortes en una de las manos.