Las instalaciones del Edificio Sociocultural han acogido el primero de los encuentros entre los participantes del programa de acompañamiento ‘Buenos días, buenas noches’. Después de mucho meses de conversaciones telefónicas, los participantes han celebrado su primer encuentro, lo que les ha permitido conocerse personalmente. Mari Cruz Gacho, la concejala de Bienestar Social, ha querido estar presente en esta reunión en la que los asistentes han compartido sus experiencias y su grado de satisfacción con este programa municipal, además de disfrutar de un desayuno en la mejor compañía.
‘Buenos días, Buenas noches’ es un servicio de acompañamiento que se puso en marcha durante el confinamiento para combatir el aislamiento y la soledad de aquellas personas que viven solas, fundamentalmente mayores y vecinos vulnerables. A través de este programa, voluntarios de los centros El Telar y El Cueto de Asprodes realizan llamadas telefónicas con una periodicidad pactada previamente a aquellas personas más susceptibles de sentirse solas y aisladas, de forma que, gracias a estas conversaciones, puedan sentirse un poco más acompañadas.
«Se trata de la primera toma de contacto presencial pero esperamos que este sea sólo el primero de sucesivos encuentros grupales en los que nuestra idea es organizar actividades, talleres, o recorridos por el pueblo de los que puedan disfrutar todos», ha explicado Gacho.
El éxito del servicio hizo que el Ayuntamiento de Santa Marta se plantease establecer ‘Buenos días, buenas noches’ como un programa fijo para lograr el bienestar social de aquellos vecinos del municipio en una situación de mayor desamparo. Tras dos años en funcionamiento, la buena acogida no sólo ha logrado que siga en marcha, sino que además, ha hecho que los integrantes quieran estrechar todavía más sus vínculos a través de este primer encuentro.
En esta primera reunión, los asistentes han podido ponerse cara y agradecerse mutuamente estos minutos de charla diaria ya que «es un programa de ida y vuelta en el que, tanto los que llaman como los que cogen el teléfono, reciben una compensación inmediata», un programa por tanto con el que los mayores y las personas vulnerables «se sienten más acompañadas» y los usuarios de Asprodes se insertan en la sociedad a través de la participación en un servicio municipal que «les hace sentirse útiles e indispensables para otras personas».
En cuanto a las personas involucradas en este servicio, además de los beneficiarios que reciben las llamadas, algunos de los usuarios de los centros El Cueto y El Telar cuentan con varias personas de apoyo que les ayudan a realizar las llamadas y solventar así las dificultades que en algunos casos existen a la hora de manejar las tecnologías.
Por otro lado el programa, además de ayudar a combatir la soledad, es muy útil para detectar de una forma más rápida posibles problemas de los beneficiarios que deban ser derivados a los Servicios Sociales y que, de otra manera pasarían desapercibidos. Además, las dificultades físicas o de salud, así como las caídas o accidentes domésticos pueden ser más fácilmente detectables a través de estas llamadas periódicas, que mantienen a las personas mayores y vulnerables en continuo contacto con el exterior.