La Universidad de Salamanca ha presentado la piedra de wolframio de tres toneladas donada por la empresa Saloro, compañía que explota la mina de Barruecopardo. Una pieza que se une a la colección de rocas ubicadas delante de las facultades de Ciencias y Ciencias Químicas.
Los primeros pasos para hacer realidad esta donación se remontan a hace tres años cuando el entonces decano de la Facultad de Ciencias Químicas y actual vicerrector de Profesorado, David Díez, propuso a Saloro, la colocación de esta piedra en el campus con motivo de la celebración del 150 aniversario de la tabla periódica de los elementos químicos (el año internacional se celebró en 2019).
La piedra, de tres toneladas de peso, simboliza la importancia que ha tenido y tiene el wolframio en la historia minera de Salamanca y, en particular, en Barruecopardo, donde se lleva extrayendo scheelita desde hace más de un siglo.
«Nos complace traeros un trocito de la mina de wolframio, para que también forme parte de este campus de Ciencias. Para Saloro es un orgullo contar en nuestra plantilla con geólogos, ingenieros, químicos y técnicos de medio ambiente, entre otros profesionales, que se han formado en las aulas de esta universidad ocho veces centenaria», ha explicado Agne Ahlenius, consejero delegado de Saloro.
El vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado, David Díez, agradeció a la compañía Saloro la donación de este granito con venas de cuarzo mineralizadas con scheelita. Tras describir la historia del elemento químico del wolframio, Díez anunció que convocará próximamente a los decanos y directores de departamento para que se inicien los estudios que permitan obtener un suelo apropiado para la restauración ambiental de las escombreras de la mina de Barruecopardo. «Este estudio se llevará a cabo, entre otros, por científicos de estas facultades y permitirá seguir aprovechando el potencial que nos otorga el wolframio», ha subrayado.