El Pleno del Ayuntamiento de Salamanca ha aprobado hoy de forma definitiva, con la celebración de una sesión extraordinaria, las Ordenanzas Fiscales para el año 2022, que suponen la congelación de los cinco impuestos municipales (Impuesto de Bienes Inmuebles –IBI-, Plusvalía, Impuesto de Actividades Económicas –IAE-, Impuesto sobre Vehículos e Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras –ICIO-) y, con carácter general, las tasas, precios públicos y tarifas, salvo la necesaria adaptación de alguna de éstas a la evolución de los precios por las distintas exigencias contractuales. En este último caso, se aplica el Índice de Precios al Consumo (IPC) de mayo, el 2,7%, más favorable para los contribuyentes que el actual del 5,5% de noviembre.
Cabe recordar que el Consistorio viene congelando desde 2015 todos los tributos municipales, así como la tasa de basura y las tarifas del autobús, dos servicios públicos que afectan a la práctica totalidad de la población.
Esta congelación se ha combinado con la rebaja de algunos impuestos municipales, como la del IBI un 5% en 2019 y, previamente, la del ICIO (entre el 66% y el 90%) para acciones de rehabilitación en los edificios de viviendas en la ciudad y la de la Plusvalía (entre el 5,4% y el 7%) para todos los contribuyentes, impuesto este último que a su vez supondrá una rebaja en 2022 para la práctica mayoría de los contribuyentes al adaptarse la Ordenanza Municipal como consecuencia de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional.
Además, en 2022 se mantienen todos los beneficios fiscales para las familias en función de sus ingresos y las medidas tributarias adoptadas para paliar los efectos de la crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19. Dentro de las primeras, destaca un 25% en la tasa de alcantarillado, un 50% en la tasa de basura a las viviendas, hasta el 100% en las escuelas infantiles municipales, rebajas en el servicio de comida y ayuda a domicilio, o el bonobús especial a 0,03 euros el viaje. Entre las segundas, destaca la reducción del 99% en la tasa de terrazas y la reducción del 99% en otras tasas de ocupación de la vía pública, como la aplicada para los mercadillos o las atracciones de ferias.