El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, ha presentado hoy el proyecto para la implantación de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE), conforme a lo exigido por la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Ecológica para los municipios de más de 50.000 habitantes, que tendrá una repercusión directa sobre el 4% de la superficie del término municipal y sobre el 10% de la población. El coste total de este programa de actuaciones alcanzará los 8.752.157,46 euros, de los que el Consistorio recibirá 6.509.869,19 euros procedentes de los Fondos Europeos ‘Next Generation’ al lograr el 100% de la financiación solicitada en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
García Carbayo destacó que el Ayuntamiento convierte una obligación legislativa en una oportunidad para hacer de Salamanca una ciudad aún más saludable, con una mayor calidad de vida, más atractiva para el turismo y con nuevas oportunidades para el desarrollo de la economía local. Una ‘smart city’ que digitalizará el transporte urbano para economizar la circulación de vehículos y mejorará la salud urbana con la reducción de emisiones contaminantes y del ruido.
El proyecto para la implantación de Zonas de Bajas Emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano comprende una serie de medidas a aplicar de forma progresiva durante los próximos años respecto al tráfico rodado y peatonal a través de la digitalización de la señalización, sistemas de control e información de accesos y aparcamiento, y sistemas de comunicaciones y de gestión de la circulación de vehículos en el conjunto histórico de la ciudad, así como el fomento de la movilidad activa con la ampliación de las calles peatonales, de la red ciclista y de las bases de préstamo de bicicletas del servicio municipal ‘SALenBICI’.
En primer lugar, se procederá a la peatonalización de calles, de manera que los salmantinos y turistas dispongan de más espacios seguros para poder disfrutar de Salamanca, siguiendo el modelo de ciudad con espacios abiertos que demandan los ciudadanos como consecuencia de la pandemia de Covid-19 y en el que el Ayuntamiento ya trabaja desde hace más de una década.
Peatonalización de zonas
La peatonalización, que repercutirá directamente sobre el 2% del término municipal y el 8% de la población, se llevará a cabo con una plataforma única, renovando el alumbrado público con tecnología LED para que sea energéticamente eficiente y ejecutando algunas canalizaciones para el futuro soterramiento de servicios. En algunas, a mayores, se procederá a la sustitución de la red de distribución y a la renovación del pavimento.
A la calle Ancha, actualmente en obras, se sumarán de forma paulatina durante los próximos años la calle Correhuela, parte sur de Pozo Amarillo, Plaza del Mercado, Plaza de Poeta Iglesias, calle San Pablo hasta Juan de la Fuente, Quintana, Juan del Rey, Prado, Íscar Peyra, Cuesta de Carmen, Condes de Crespo Rascón entre Peña Primera y Cuesta del Carmen, Miñagustín, Cuesta, San Justo, Consuelo, Varillas, Doña Gonzala Santana, Plaza de San Juan Bautista, calle de la Fuente, Santa Teresa, Perdones, Madre Bonifacia Rodríguez de Castro, Vaguada de la Palma desde la calle Ancha hasta el Palacio de Congresos, Cuesta de Oviedo, Santos Jiménez, Luis Hernández Contreras, Pozo Hilera, José Jáuregui y Villar y Macías hasta Santos Jiménez.
En el caso de la zona del Palacio de Congresos, en la Plaza Donados se prevé una glorieta para facilitar el giro de 360 grados desde la Vaguada de la Palma, la pavimentación de una parte del parque de la plaza del Botánico para dotar de continuidad al corredor peatonal junto a la Cuesta de Oviedo, y la formación de dos grandes zonas ajardinadas accesibles junto al Colegio de San Bartolomé.
Control del acceso al conjunto histórico
La Zona de Bajas Emisiones del conjunto histórico de Salamanca se llevará a cabo con un sistema capaz de controlar el acceso de los vehículos más contaminantes en función de la etiqueta ambiental según la clasificación de la Dirección General de Tráfico (DGT). De esta forma, se minimizarán las emisiones de CO2 en el entorno declarado Patrimonio de la Humanidad y se mejorará aún más la calidad del aire de una ciudad que se encuentra entre las más limpias de España, según los últimos datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente. Al mismo tiempo, se proporcionarán ventajas en el tráfico diario de vehículos con un mejor control de tránsitos y de la gestión de cortes y desvíos.
El proyecto contempla la integración de 21 cámaras existentes para control de acceso a zonas peatonales, la instalación de 13 nuevas, otras 24 para la primera vía de ronda y 24 más para la segunda vía de ronda. A mayores, se instalarán 18 cámaras de aforo de vehículos y peatones que permitirán distinguir entre moto/patín, coche y camión/bus, medir velocidades, calcular velocidades medias y detectar aglomeraciones de peatones, lo que permitirá ajustar el tráfico y la frecuencia de los semáforos, evitando largas esperas tanto a conductores como a peatones.
Los residentes en la Zona de Bajas Emisiones tendrán autorizado el acceso y las personas con discapacidad titulares de tarjetas de movilidad reducida también podrán acceder a la ZBE si es su destino, al igual que los vehículos de carga y descarga, conforme a la señalización establecida y a la normativa municipal vigente.
Además, podrán circular por estas zonas los servicios municipales de seguridad y de emergencias; el Servicio de Transporte Público Urbano y servicios públicos médicos y funerarios; acceso a centros educativos o de salud; acceso con destino a establecimientos hoteleros y apartamentos turísticos o similares; prestación de servicios técnicos privados y empresas que debido a su naturaleza es imprescindible acceder para desarrollar su actividad (telefonía, gas, electricidad, reparaciones urgentes en domicilios y establecimientos, etcétera); y vehículos especiales durante eventos y celebraciones. Las motocicletas estarán sometidas a las mismas restricciones mientras que las bicicletas y Vehículos de Movilidad Personal (VMP) podrán acceder respetando siempre el cumplimiento de otras ordenanzas y normativas que le pudieran ser de aplicación.
Sistema inteligente de información
El control de accesos a la Zona de Bajas Emisiones está acompañado de una serie de medidas para proporcionar una mayor fluidez en la circulación de vehículos y evitar desplazamientos innecesarios en toda la ciudad mediante un sistema inteligente de información sobre el estado del tráfico, cortes de calles, accidentes o plazas disponibles en aparcamientos, entre otros datos de interés.
El Ayuntamiento renovará los paneles de información variable instalados en la Avenida de Salamanca, Glorieta de Santiago Martín ‘El Viti’, Puerta de Zamora, Paseo del Desengaño, calle Saavedra y Fajardo y Vía Helmántica. En la actualidad se está llevando a cabo la instalación de 7 paneles LED en el Puente de Sánchez Fabrés, Carretera de Ledesma, Avenida de San Agustín, Glorieta de Castilla y León, Glorieta del Arenal del Ángel, Glorieta de Brujas y Glorieta de Francisco López Villalobos. A mayores, se instalarán otros ocho paneles en la segunda vía de ronda, concretamente en la Plaza de España, Carretera de Aldealengua, Carretera de Cabrerizos, Ciudad Jardín, Carretera de Zamora, Glorieta de Ramiro II, Glorieta de Lasalle – Aldasoro Quijano y Glorieta de Lasalle – Vecinos. En total, 21 paneles cuya distribución permitirá que cualquier conductor pasará al menos por un panel, disponiendo de la información necesaria para poder tomar decisiones de forma anticipada.
También se sensorizarán seis aparcamientos disuasorios repartidos por toda la ciudad para poder informar sobre el número de plazas disponibles en tiempo real: calle José Lamano Beneite, Avenida de Salamanca con Avenida de San Agustín, calle La Radio, Las Pajas, Las Bernardas y calle Joaquín Rodrigo. Al mismo tiempo, se facilitará información de la utilización de los aparcamientos subterráneos públicos. La aplicación web dispondrá de un plano de la ciudad donde estarán ubicados los aparcamientos, y además se mostrarán la localización de las paradas de autobús urbano y las bases de préstamo de bicicletas, de manera que los ciudadanos, con solo mirar cualquier dispositivo móvil, puedan planear con antelación la mejor ruta y saber si dejan su vehículo estacionado donde disponer de transporte público para moverse por la ciudad.
Las cámaras instaladas facilitarán una información que permitirá estudiar el tipo de vehículos que acceden a la ciudad y, por tanto, establecer actuaciones acordes a las necesidades del tráfico con nuevas ubicaciones para aparcamientos gratuitos en superficie disuasorios, nuevas ubicaciones de puntos de recarga eléctrica, mejorar las rutas del autobús urbano, mejorar la seguridad vial de los peatones y nuevas bases de bicicletas de alquiler.
Al mismo tiempo, se mejorará la seguridad vial, dando continuidad a las medidas adoptadas por el Ayuntamiento durante el año pasado, que han permitido reducir los atropellos de peatones un 24% y la gravedad de los accidentes de tráfico.
En concreto, se plantea la instalación de 9 pasos de peatones inteligentes con barras emisoras de luz activables mediante detector de presencia de peatones y señalización vertical luminosa. Los emplazamientos seleccionados están ubicados en importantes corredores peatonales, en puntos en los que anteriormente se han producido atropellos o se han detectado situaciones de riesgo para peatones, como la Carretera de Ledesma con Alfareros, el Paseo de Francisco Tomás y Valiente, la calle José de Lamano Beneite, la calle Buenaventura, la Avenida de La Aldehuela, la calle Músico Antonio Baciero y la Avenida Alfonso IX de León.
Otra medida a implantar son las señales luminosas de peligro por cruce de ciclistas en aquellos tramos con un mayor número de usuarios, 22 en total, como la Avenida de la Merced con la Avenida de Salamanca, el Paseo de la Estación, la Avenida de Comuneros, el Paseo de Francisco Tomás y Valiente, la Glorieta de Filiberto Villalobos, la Avenida de Portugal y la calle Alfonso VI.
Además, se instalarán ocho medidores de velocidad didácticos que ayuden a concienciar a los conductores sobre el exceso de velocidad, una medida que en aquellas zonas donde se puso en marcha permitió reducir la velocidad media en un 28%. En concreto, se colocarán en la calle Babia, el Paseo de la Estación, la Carretera de Aldealengua, el Puente del VIII Centenario de la Universidad, la calle José Núñez Larraz, la calle Buenaventura, la calle Joaquín Rodrigo y la carretera de Vistahermosa.
Creación de más carriles bici
El proyecto de Zona de Bajas Emisiones permitirá la construcción de nuevos tramos de carril hacia el centro de la ciudad para facilitar la movilidad sostenible, aprovechando la amplia red ciclista que ya rodea Salamanca y la conecta con los municipios de su alfoz.
Gracias a los fondos europeos, el Ayuntamiento se ahorrará la financiación de tramos cuyas obras ya se encuentran en licitación e incluso adjudicadas, como la conexión entre los barrios Garrido y Puente Ladrillo a través de la Calzada de Medina o la unión de ambas márgenes del río Tormes en San José a través del Puente de Felipe VI.
A mayores, se conectará la Glorieta de Antonio Machado con la Plaza de España a través de la Avenida de Comuneros; el hospital y el campus universitario con el resto de la red ciclista a través del Puente de Sánchez Fabrés y los paseos de San Vicente, Desengaño y San Gregorio; la calle Alfonso de Castro con la Avenida de Mirat; y el Cordel de Merinas con el Puente de Felipe VI.
Por su parte, el sistema municipal de préstamo de bicicletas ‘SALenBICI’ verá ampliado el número de bicicletas en 300 unidades y el número de bases con otras cuatro junto a aparcamientos disuasorios para facilitar así la intermovilidad sostenible: polígono industrial El Montalvo, Agustinos Recoletos, Huerta Otea y Avenida de San Agustín.
Control de la calidad del aire
En su apuesta por mejorar aún más la calidad del aire, el Ayuntamiento de Salamanca propone una red de sensores situados en los distintos elementos físicos que coexistan en el municipio, tanto en el interior como en el exterior de la Zona de Bajas Emisiones. En concreto, se prevé la instalación de 20 sensores distribuidos por la ciudad en un mallado que como máximo tendrá una separación de un kilómetro, permitiendo la medición en la práctica totalidad del ámbito urbano de Salamanca.
Además de generar un mapa mucho más preciso de la calidad del aire en el municipio, permitiendo conocer diferencias entre unos y otros puntos de la ciudad, se generará una base de datos que permitirá trazar la evolución con la implantación de la zona de bajas emisiones, no solo en el interior de la misma (y de cada una de sus coronas) sino en la totalidad de la ciudad.
El análisis de la evolución temporal de los distintos contaminantes en cada uno de los puntos de instalación permitirá corregir y adaptar las medidas sobre el tráfico de vehículos de cara a mejorar la salud urbana, así como establecer modelos predictivos y del conocimiento entre contaminación atmosférica y salud humana, y gestionar la respuesta a posibles emergencias.