La Isla del Soto en Santa Marta, el Prado de la Vega en Carbajosa, las huertas y playas de Cabrerizos, la Aldehuela en Salamanca, el paseo fluvial de Villamayor o el arroyo del Zurguén en Aldeatejada.
Es el producto gastronómico típico de Salamanca y aunque está disponible todo el año, es con la llegada del ‘Lunes de Aguas’, después de la Semana Santa, cuando cobra especial protagonismo y se convierte en el centro de las mesas de los salmantinos de toda la provincia que, como marca la tradición, salen al campo para reunirse y merendar juntos el hornazo relleno de productos ibéricos del cerdo.
Familias y amigos se reúnen en una tarde de fiesta que este año la pandemia deslucirá, a pesar de tener mayor motivo de celebración, al ser el primero desde que recibió el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Regional. Pero los salmantinos se mantendrán fieles a la cita, aunque en esta ocasión los grupos serán más reducidos y deberán cumplir las medidas sanitarias y las restricciones establecidas para evitar la propagación del virus.
Sea cual sea el lugar reunión y el número de comensales, nadie se quedará sin comer el típico hornazo, que mantiene su elaboración casera y artesanal para deleitar el paladar, como el horno Xcaret de Santa Marta o la panadería de Alfonso González, de Carbajosa, un referente en la preparación de este típico producto.
Grupos de jóvenes, amigos y familias volverán a elegir la ribera del Tormes y lugares cercanos para disfrutar de este día de fiesta, en La Aldehuela (Salamanca), la Isla del Soto y el Paseo Fluvial de Santa Marta, el Prado de la Vega de Carbajosa, la zona de las huertas y las playas en Cabrerizos, Aldealengua, así como el Paseo Fluvial de Villamayor o el arroyo del Zurguén en Aldeatejada.
