Monterrubio está de fiesta desde que está tarde ha tenido lugar el chupinazo, que ha reunido a centenares de vecinos en la Plaza del Ayuntamiento. Así, personas de todas las edades han llenado el recinto de color para dar por iniciadas las ‘Fiestas de Verano’ con un chupinazo a cargo de Joaquín Merchán, presidente del Consejo General de Graduados Sociales de España. De esta manera, un discurso repleto de reivindicaciones, junto con una guerra de agua y una merienda posteriores, han estrenado las jornadas festivas de Monterrubio.
A partir de las 20:00 horas, los vecinos van llegando a una plaza que, en pocos minutos, rebosaba alegría, ambiente festivo y ganas de disfrutar. Tras unos instantes, ha llegado el momento del chupinazo, a cargo de Joaquín Merchán, que ha contado con la compañía de Rosa López, subdelegada del Gobierno en Salamanca, y David Matute, alcalde de Monterrubio de Armuña. Primeramente, Matute ha aprovechado el momento para dedicar unas palabras de agradecimiento, mencionando también su nombramiento como senador por el PSOE. “Me disteis el honor de ser vuestro alcalde, y con ese mismo espíritu y esas ganas intentaré acometer esta nueva tarea”, expresó.
Minutos más tarde, era el turno de Joaquín Merchán, que conmocionó a los asistentes con un discurso repleto de emoción y reivindicación. Aunque no es originario del municipio, ya que nació en el barrio salmantino de Pizarrales, Merchán confesó haber llegado a Monterrubio “cuando sólo tenía cuatro casas” y acompañado de su mujer, y desde entonces, como aseguró, “este pueblo me atrapó”. El pregón comenzó con palabras de gratitud, tanto al primer edil como a la subdelegada del Gobierno, y tuvo también palabras de aprecio para todos los vecinos y vecinas que lo acompañaban en el chupinazo: “Es un honor estar aquí con vosotros, compartiendo este momento”, señaló.
A lo largo de su intervención, el pregonero combinó recuerdos personales con una fuerte carga reivindicativa. Con la voz emocionada, recordó a quienes ya no están pero siguen presentes: “Viajan conmigo en el recuerdo: Jesús, Floren, Santiago, Piedad… Aunque ya no estén, nos siguen acompañando”.
En cuanto a la reivindicación, el discurso también tuvo espacio para una firme denuncia ante los conflictos internacionales. “Que resuene nuestra voz contra el genocidio, contra el holocausto en Gaza”, expresó, mostrando su solidaridad con las víctimas y su compromiso con la justicia y los derechos humanos.
Por otro lado, también quiso destacar que Monterrubio no es un pueblo dormitorio, sino una tierra viva, con identidad propia, con capacidad de crear y de convertirse en referencia. A pesar de eso, tal y como aporta, hay desafíos pendientes. En ese contexto, no dudó en comprometerse públicamente con una demanda concreta: “Tenemos que tener agua potable en el pueblo”, afirmó, arrancando un aplauso del público.
Para finalizar, envió un mensaje a los más pequeños y a toda la comunidad: “Que estas fiestas sean ejemplo de respeto y unidad. Vamos a seguir llevando el orgullo de Monterrubio a las ciudades”, concluyó, para después desear unas “Felices Fiestas” a todos los presentes, lo que llevó a lanzar el esperado chupinazo.
Tras este emotivo pregón, los vecinos comenzaron a formar una cola para recoger su bocadillo de chorizo, sangría y agua, algo para lo que se necesitaba un ticket previo. Con el estómago lleno, llega el turno de la guerra de agua ‘La Gran Mojadera’, que gracias a globos y pistolas de agua dispuestos en la Plaza, ha animado a niños y a adultos a cerrar la primera tarde festiva oficial de Monterrubio por todo lo alto.