‘Trink2’: 20 años de buen ambiente y recuerdos en común

‘Trink2’ cumple dos décadas desde su creación, aunque no han preparado ningún evento especial, sí subirán dos representantes al balcón del Ayuntamiento el día del chupinazo.

Este grupo, que está formado actualmente por unas 35 personas, mantiene la esencia de amistad que comenzó en el año 2005 en el instituto, lugar en el que se fundó la peña. Más adelante, cinco años después, se fusionaron con otra peña del pueblo, llamada ‘FDC’, y, después de llamarse durante un tiempo «FDC y Trink2», finalmente se quedaron con el actual. En esa época, ‘Trink2’ constaba de unos 15 miembros, mientras que hoy en día el número se ha ampliado con hermanos, parejas e incluso niños, creciendo poco a poco sin perder el ambiente cercano y «el buen rollo» que les caracteriza. Cuando se les pregunta por el origen del nombre, responden con una peculiar historia: «uno de sus integrantes, se lesionó la espalda haciendo una chilena y quedó trincado», contestan entre risas.  

20 años de “buen rollo”

En cuanto a sus momentos de reunión, es cierto que durante el año no todos están igual de presentes, pero en fiestas hacen piña: «No nos juntamos los 35 todo el tiempo, pero hay buen rollo y se nota en estos días». Durante esta semana y media les gusta salir, bailar, beber, aprovechar las verbenas y los tardeos. También valoran los pequeños momentos, como las charlas improvisadas en el famoso ‘Campamento Krusty’ o coincidir con gente con la que durante el año no se relacionan tanto.

En relación al ‘Campamento Krusty’, ‘Trink2’ es una de las primeras peñas que pusieron su caseta en este recinto y, desde entonces, han estado presentes cada año. Aunque antes de comenzar esa iniciativa contaban con local propio, «desde hace más de 10 años» optan por esta dinámica: «Nos gusta mucho más porque están todas las peñas juntas y porque es una forma de poder seguir reuniéndose sin necesidad de local, que hoy en día es más difícil de conseguir en Santa Marta», explican.

En cuanto a las tradiciones, admiten que no tienen demasiadas. En cambio, cada año hacen una comida el día del pregón y también una cena durante las fiestas para intentar coincidir todos, aunque no puedan estar siempre. Además, durante el año, suelen hacer una celebración en Navidad y a veces organizan una quedada en verano o alguna comida en una parcela de algún amigo.

«El estar todos es lo especial«

En relación a las actividades de la programación festiva, aseguran que intentan «aprovecharlas al máximo». Han participado en actividades como el Grand Prix, el trivial o el fútbol playa cuando se organizaban. Una de sus anécdotas más recordadas es su expulsión del trivial de fiestas: «Hicimos trampas en la competición y no nos permitieron competir durante dos años», admiten entre risas. Otra historia curiosa fue cuando un año se organizaron para «dirigir» el pasa calles del pregón, como si fueran miembros de la Protección Civil: «Fue muy divertido», recuerdan

Cuando se les pregunta por el mejor momento de las fiestas recuerdan el pregón con mucho cariño, admiten que hoy en día se quedan con los momentos en los que están todos juntos en la caseta, especialmente antes de la verbena: «Todos los días son de las fiestas son parecidos, pero el estar todos juntos es lo que los hace especiales».