En Santa Marta de Tormes, las peñas son la esencia de las fiestas. Entre las 60 que este año darán vida al pueblo, ‘Releras’ celebra nada menos que 15 años de historia como grupo, aunque su trayectoria se remonta aún más atrás.
Antes de ser ‘Releras’, fueron ‘Rompiendo las Reglas’, una peña formada cuando sus integrantes tenían apenas 14 años. Con el tiempo, el grupo se dividió y surgió el nuevo nombre, nacido de una lluvia de ideas en la que decidieron conservar parte de la esencia original. Desde entonces, ‘Releras’ ha sido sinónimo de amistad, reencuentro y celebración. La mayoría de sus integrantes se conocieron en el colegio y más tarde en el instituto Calisto y Melibea. Aunque el grupo original era más numeroso, hoy lo forman unas 10 personas.
El reencuentro como tradición
Tal y como explican, muchos de los miembros viven en Madrid u otros lugares, por lo que no pueden verse tanto como les gustaría. Aún así, durante el año, ‘Releras’ sigue manteniendo el contacto, ya que cuando tienen oportunidad, quedan por los bares del pueblo. En cambio, cuando llegan las fiestas, lo hace también un espacio de reencuentro: «Es el momento del año en el que conseguimos juntarnos la gran parte del grupo. Son nuestros días de reunión», explican.
Para ellos, el momento más especial de estos días es el pregón. Se disfrazan, salen desde el mediodía, siguen la charanga y recorren los bares. «Antes íbamos con garrafas de vino, tirándolo por todos lados, aunque eso ya se ha ido perdiendo», comentan con nostalgia. En esos momentos sale a la luz uno de los sellos de identidad del grupo, su lema festivo, que repiten año tras año al brindar: «¡Salud y buenas experiencias!«. Según explican, empezó a decir uno de sus integrantes y ya es parte imprescindible de su identidad.
Un espíritu que no se apaga
Aunque ya no organizan actividades como en los tiempos de ‘Rompiendo las Reglas’, mantienen su espíritu vivo: cenan juntas el último sábado de fiestas y aprovechan sobre todo el día con ayuda de los tardeos, que aseguran son el momento que más disfrutan. «A pesar de la edad y de vivir en diferentes ciudades, las fiestas son nuestro momento para juntarnos«, explican.
Sobre el ‘Campamento Krusty’, lo tienen claro: «Es una gran idea. Hay buen ambiente, estamos todas las peñas juntas, cerca de la Plaza de Toros, la discoteca móvil y la verbena». Un punto de encuentro que ha terminado de consolidar lo que para ellas siempre ha sido más importante: volver a casa y hacerlo en grupo.