Entre las 60 peña que forman parte del campamento se encuentra la peña ‘RDJ’, ‘Recreativo de Juerga’, que lleva más de una década apostando por la participación activa y el vínculo que une a sus miembros dentro y fuera de las fiestas.
Un origen entre campos de fútbol y aulas de instituto
‘RDJ’ nació en 2012, poco antes de las fiestas. Por aquel entonces, un grupo de amigos decidió dar el paso y constituirse como peña. Algunos se conocían del instituto y otros de jugar juntos al fútbol, entornos que terminaron por unirlos como grupo. El nombre surgió precisamente de ese nexo futbolero: ‘Recreativo de Juerga’, una divertida referencia al Recreativo de Huelva que arrancó como broma y acabó convirtiéndose en identidad.
En cuanto al volumen de personas, aseguran que suelen estar siempre los mismos: «Somos 22 miembros oficiales. Luego, en fiestas, muchas veces hay amigos o parejas que se suman como uno más, pero el grupo base somos esos», explican.
Alegría y buen ambiente como bandera
Si algo caracteriza a ‘RDJ’ es el espíritu con el que encaran las fiestas y cualquier reunión. «Lo que más nos identifica es que siempre aportamos alegría y buen ambiente, no solo entre nosotros, sino también con otras peñas. Tenemos buena relación con mucha gente del pueblo», aseguran.
Además, su filosofía va mucho más allá de la fiesta. «Somos muy participativos. Vamos a todo tipo de eventos, siempre que el cuerpo aguante. Pero no es solo salir por la noche: también hacemos comidas, cenas y organizamos otro tipo de planes», comentan, dejando claro que les gusta vivirlo todo, desde la convivencia hasta la verbena.
Un grupo que va más allá de las fiestas
Aunque se definen como una peña, RDJ es mucho más que eso. «Durante el año seguimos quedando. La mayoría somos del mismo grupo de amigos, así que nos vemos habitualmente. Ya sea en casas o en bares, pero no perdemos el contacto», explican.
Esa conexión se refuerza especialmente durante las fiestas, que consideran un punto de reencuentro: «Hay gente que, por motivos laborales, vive fuera. Y aunque sea por unos días, todos intentan cogerse vacaciones para estar aquí. Son días que esperamos todo el año. Para nosotros, las fiestas significan alegría, unión, volver a vernos todos», explican.
Si tuvieran que elegir un momento especial de estos días, no lo dudan: el día del pregón es el más esperado. «Nos juntamos desde por la mañana, comemos juntos, luego hacemos la ruta de bares detrás de la charanga, vamos a la plaza y acabamos en la verbena. Es un día muy completo que a todos nos gusta y lo vivimos con mucha intensidad», cuentan.
Tradiciones propias, risas aseguradas
Como muchas de las peñas consolidadas, ‘RDJ’ tiene sus propias tradiciones. Una de las más reconocidas es la «novatada» que preparan cada año para los nuevos miembros durante el día del chupinazo. «Consiste en algo inocente, que tiene el único objetivo de disfrutar y pasarlo bien todos juntos», aclaran.
También tienen citas marcadas en el calendario festivo: el 29 de julio, día de Santa Marta, organizan una cena especial, que repiten uno de los días del fin de semana “en función de cuando se pueda juntar más gente”.
Participación festiva y deportiva
‘RDJ’ ha sido una peña muy activa a lo largo de los años durante las fiestas patronales. Durante varias ediciones, organizaron un torneo de fútbol 7, tanto como participantes como en la parte logística. Tal y como explican, las circunstancias laborales y la falta de tiempo han provocado que sea «inviable» seguir haciéndolo, aunque el recuerdo permanece.
En los últimos años, también han estado presentes en torneos de cartas como el de remi, y sobre todo en uno de los grandes clásicos de las fiestas: el Trivial, donde han llegado a ser finalistas y campeones en varias ocasiones. «Siempre intentamos participar en todo lo que se organiza», dicen.
Caseta en el Campamento Krusty: el nuevo punto de encuentro
Tras la pandemia, ‘RDJ’ decidió trasladarse al ‘Campamento Krusty’, el recinto habilitado para casetas de peñas. «Antes teníamos local y caseta, pero cuando ya no pudimos tener el local, nos quedamos con lo último», comentan.
Esta es una decisión que persiste a lo largo de los años porque valoran especialmente el ambiente que se genera: «Hay convivencia entre las peñas, y aunque tus mejores amigos estén en la tuya, ves a gente con la que no hablas tanto durante el año. Es muy divertido pasarse a saludar a los diferentes grupos y poder charlar con todos en un espacio compartido».
Sobre posibles conflictos, tienen claro que no hay problemas entre peñistas locales: «Cuando ha habido algo, suele ser por gente de fuera que viene a molestar. Pero entre peñas de Santa Marta no es habitual que haya discusiones», subrayan.
Entre risas, cenas, charangas y torneos, ‘RDJ’ lleva 12 años disfrutan al máximo de las fiestas patronales de su pueblo. Así, con nombre futbolero y alma festiva, siguen demostrando verano tras verano que el ‘Recreativo de Juerga’ juega siempre en casa.