Más de 1.500 personas respondieron a la cita con el concurso de cortes ‘Charro de Oro’ de las fiestas de Santa Marta en el primer encuentro con los espectáculos taurinos en la plaza portátil del municipio. Una tarde-noche llena de sorpresas y de mucha emoción con la presencia de 15 cortadores llegados desde diferentes puntos de la provincia, que saltaron al albero apostando fuerte desde el primer encuentro con los astados.
En la fase preliminar los cortadores compitieron en tres grupos de cinco para lograr el pase a la gran final, a la que llegarían el mejor de cada grupo y el segundo que más puntuación obtuviera por parte del jurado. Los tres primeros novillos, de la ganadería de Hermanos Marín Gallego, ofrecieron un juego desigual, destacando en positivo el primero. Bravura, embestida limpia y noble acudiendo a los cites de los mozos. Manso, tardo y con cierto peligro el segundo, un novillo negro mulato al que el grupo de cortadores solamente pudo realizar dos tandas de cortes. El tercero de la tarde, un novillo colorado, fue exprimido al máximo hasta que se partió el pitón derecho en un remate en tablas.
Tras valorar la puntuación fueron el cortador local Luisan Martín, Sergio Hernández de Sancti Espíritus, Arturo Tapia de San Pelayo de la Guareña y Javier Marín de Palaciosrubios los que llegaron a la final. Se midieron a un espectacular novillo berrendo en negro de la ganadería de Héctor Guerrero con un gran tranco y motor que permitió finalizar las tres tandas de cortes.
La victoria final y el trofeo ‘Charro de Oro’ fue para el cortador de Santa Marta Luisan Martín que repite triunfo mostrando un gran momento de forma y poniendo en pie a los asistentes con un estilo pausado, dejando llegar a los novillos hasta la cintura o el pecho y una excelente forma física para ejecutar cortes, quiebros y saltos. Excepcional la figura realizada, marcando los tiempos, para ejecutar el salto del ángel. Antes de abril la puerta de toriles para los cortadores quisieron tener un detalle con su excompañero y santamartino Aitor Maíllo, retirado año pasado, que pisó el albero para realizar el último corte a ‘Granicerón’ antes de volver a los corrales.
La sorpresa final la puso María Caamaño que saltó al ruedo para recibir el reconocimiento a su valor y a la lucha que mantiene contra su enfermedad de todos los cortadores y del público de la portátil de Santa Marta, con un acto que sirvió como colofón a una noche vibrante y muy emotiva.