Las mujeres de Cabrerizos han vuelto a convertirse en las ‘Reinas Magas’ de la solidaridad.
Un año más, dedican la tarde del último lunes antes de la noche de Reyes a entregar los juguetes y regalos a las familias más vulnerables y desfavorecidas para que ningún niño se quede sin su regalo en el día más especial de la Navidad para los más pequeños. Una jornada que este año se ha adelantado una semana, dado que el 5 de enero es lunes y coincidiría con la llegad de los Reyes Magos.
Fieles este compromiso que se ha convertido en una tradición muy esperada por estas familias, Paci junto a Isabel y el resto de compañeras se afanan para preparar, limpiar y acondicionar los juguetes que durante todo el año donan los vecinos de Cabrerizos para que la Asociación de Mujeres pueda llevar a cabo esta encomiable tarea.
Así, por un día, el ropero se convierte en una juguetería en el que se reciclan muñecas, balones, peluches, patines, juegos, puzles, casas de muñecas, patinetes, bicicletas y cientos de juguetes distribuidos por edades para que todos puedan tener su regalo.
Una labor voluntaria y desinteresada, en la que ponen todo su esfuerzo, entusiasmo e ilusión como el primer día e intentar ser equitativas en el reparto, sin olvidar a los papás para los que tienen preparado un obsequio para que le dejen los Magos de Oriente.
Como cada año, las familias, de Salamanca y distintos puntos de la provincia, han esperado su turno a la puerta del ropero, para después acceder y realizar sus peticiones, que las mujeres atienden e intentar cubrir las demandas y necesidades de los más pequeños, en un año que por la percepción de las voluntarias, ha debido ser especialmente difícil, ya que «a los habituales que ya conocemos que vienen al ropero, hoy ha venido mucha gente nueva, sobre todo cubanos, y parejas jóvenes, chicos y chicas con niños».
