El diputado de Cultura, David Mingo, ha presentado en el centro penitenciario de Topas la obra ‘Penitencia encadenada’ que recoge la experiencia de 17 internos que han pasado por la Unidad Terapéutica Educativa (U.T.E.). Un relato de sus vidas, de sus luchas, del dolor y, sobre todo, de esperanza para ser capaces de intentar buscar su recuperación y su reinserción. Una obra escrita por la autora Almudena Merino que ha contado con la colaboración de Alberto Blanco y el prológo de Vicente del Bosque.
Este proyecto ha nacido de la mano de los profesionales de su módulo del centro penitenciario de Topas, y de dos escritores salmantinos con los que han decidido compartir sus historias para que las conozca la sociedad y para poder ayudar a otras personas que estén coqueteando con el mundo de la droga.
Después de conocer las historia de la vida de estas 17 personas, su lectura nos invita a hacer una reflexión acerca de las circunstancias que les han llevado a vivir situaciones tan complejas y difíciles y a poder empatizar con ellos, con sus terribles infancias, dejando un poco de lado los prejuicios que a veces, sin querer, forman parte de nuestro entorno.
«A través de sus páginas podemos ver cómo las adicciones se convierten en una espiral difícil de romper, pero también podemos ser testigos de la fuerza de voluntad que se necesita para intentar salir de ella, como nos relatan sus protagonistas», ha explicado Mingo.
Vicente del Bosque les ha recordado que «el fútbol puede ser un medio para la reinserción ya que tiene un poder de integración extraordinario». El exseleccionador salmantino ha comentado que «pasé 17 años trabajando en la formación y me equiparo a vuestro educadores con un trabajo en el que busqué que los chicos fueran buenos futbolistas pero sobre todo buenas personas».
Por su parte la autora del libro, Almudena Merino, ha resumido la obra ‘Penitencia encadenada’ como «un reflejo de las vivencias, de las caídas y de las ganas de levantarse, con testimonios valientes y sinceros para abrir los ojos de los jóvenes y evitar que cometan los mismos errores que les ha llevado a prisión».
La educadora del centro penitenciario, Carmen Cabrera, ha destacado «la valentía de miraros con honestidad mostrando vuestras vidas y vuestras heridas y buscando una segunda oportunidad».
Este libro es, además, un testimonio de la necesidad de ayuda que necesitan, y que sienten tenerla al ingresar en la UTE, de la mano de los educadores, psicólogos, trabajadores sociales juristas y todos los profesionales que trabajan día a día con ellos para ofrecerles las herramientas necesarias para superar sus dificultades y reinsertarse de nuevo en la sociedad.
Con esta obra también se manda el mensaje de que la reinserción social es posible, pero necesitan el compromiso de la sociedad porque están muy concienciados para lograr ese cambio que buscan.




