La donación del artista José Fuentes, promotor del Museo de Arte Contemporáneo de Santa Marta al que da nombre, ha donado una colección de 64 grabados, distribuidos en cuatro polidípticos, a la parroquia del municipio, que ya lucen en sus paredes a modo de vidrieras para disfrute y reflexión de los fieles.
La parroquia de Santa Marta inaugurará la colección de grabados ‘Las catedrales mágicas’ donadas por José Fuentes el próximo jueves 27 de noviembre, a las 19:40 horas. Un proyecto que pretende ensalzar el valor del templo y, al mismo tiempo, invitar a los fieles a detenerse a contemplar las obras y reflexionar sobre la vida y la experiencia de la fe a través del arte.
José Fuentes explica que su decisión de donar esta colección responde a una doble motivación. Por un lado, su adecuación natural a un espacio de oración, “creo que encaja muy bien en un lugar de reflexión y de oración”, y por otro, su vínculo afectivo con la localidad, donde residió durante 14 años. «Aquí nació mi hijo y tengo una conexión afectiva muy intensa”, y reconoce que ese tiempo fue para él “un periodo muy bonito y fructífero profesionalmente en el mundo de la creación y del arte”.
Además, José Fuentes destaca el impulso cultural que vive el municipio y su deseo de contribuir a ese crecimiento: “la iglesia de Santa Marta representa a un gran número de ciudadanos de la ciudad, y que también tenga un elemento como este que, además del valor del contenido y su carácter religioso, tiene un carácter estético que viene a enriquecer las propuestas culturales de Santa Marta”.
El origen de la colección se remonta a una visita a la Catedral de Valencia que el artista realizó “a principios de los 70”, donde hizo un dibujo que deseaba convertir en grabado, aunque, como él mismo explica, “acababa de conocer el grabado y no me manejaba bien”. Con el tiempo retomó aquella idea y, ya en 1981, comenzó a trabajar a partir de fotografías realizadas por él mismo en templos como la Catedral de Burgos o las iglesias de Portugalete y Guernica.
De esas fotografías surgió el proceso creativo que explica en uno de los dos paneles informativos instalados en la iglesia: 16 imágenes pasadas a película de alto contraste, intervenidas manualmente, convertidas en “matrices de metal” mediante “fotoaguafuerte en relieve” y estampadas en cuatro versiones, dando lugar a los cuatro polidípticos que conforman la colección que se muestra en la iglesia de Santa Marta de Tormes, cada uno con “16 grabados , en los que las imágenes se van repitiendo en posición, pero no en la forma en la que están impresas”, explica el artista.
José Fuentes señala que su intención no ha sido representar las catedrales como espacios arquitectónicos, sino “como espacios sacralizados”, lugares donde tantas generaciones han vivido “experiencias, sensaciones y estados de ánimo” que hablan a lo más profundo del ser humano. Sostiene que ha querido aprovechar toda esa carga emocional presente en el interior de estos espacios para reflejarla “a través del color, la luz, que a veces es muy tenue, pero lo suficiente para que nos muestre esas nervaturas que hay en los techos de las catedrales góticas y que sugiere una sensación de espacialidad”. Esa atmósfera evocadora busca transmitir “algo mágico” creando en el espectador “la sensación de un estado en el que puede suceder algo sobrenatural”, razón por la que la serie lleva por título ‘Las catedrales mágicas’.
Una parábola visual de la condición humana y un itinerario espiritual para quien lo contempla
Las 64 imágenes representan de manera visual “distintos aspectos de la condición humana”. Así, el primero, ‘La esencia de los seres humanos‘, en blanco y negro, representa la pureza y el origen del ser humano, “la esencialidad con la que es concebido, sin la contaminación del mundo que le rodea”.
El segundo, ‘La dualidad de la condición humana‘, con imágenes en dos colores complementarios, con sombras y luces que simbolizan “la parte triste, neutra, dramática, negativa” y “la parte positiva, constructiva, generosa del individuo que parte de la luz”.
El tercer polidíptico, dedicado a‘El triunfo del color‘, los grabados muestran una gran intensidad cromática que expresa plenitud y esperanza. Para el autor son “como estados en los que las sombras cobran luz y adquieren colores múltiples”, reflejando “el estado al que llegamos en determinadas circunstancias y que representan todo lo más positivo del ser humano”.
El cuarto, y último, ‘Hacia lo eterno‘, presenta las catedrales en color, pero con la peculiaridad de que la luz que penetra en su interior “se materializa en metales preciosos, como el oro y plata”, aplicados mediante la técnica del estofado, “con la que se hacían los remates de la escultura policromada de los siglos XVI, XVII y hasta ahora”. Para Fuentes, ese recurso «conecta con el pasado de la tradición católica” y con los elementos que simbolizan “ese punto de transcendencia, de algo superior, que está más allá de nuestro entorno y que se puede asociar a lo divino”.
Acompaña a los polidípticos otro panel que ofrece un itinerario espiritual inspirado en pasajes evangélicos relacionado con los misterios de Cristo y en preguntas que interpelan a la vida interior de cada persona. Una propuesta que como invitan a recorrer, “en un rato de silencio y paz”.
Para José Fuentes ponerse delante de una obra de arte “es una forma muy buena de desarrollar esa parte espiritual que llevamos dentro”. Por ello, confía en que quienes contemplen la colección encuentren en ella “aspectos que les enriquezcan y les resulten motivadores”. “La función de esta obra la habré conseguido si la gente percibe la carga emocional positiva con la que fue creada”, señala el artista.




