Una gran escultura de hierro oxidado con chapas de diferentes grosores (de 16 mm a 6 mm), 6 metros de alto por 7 de ancho y más de dos toneladas de peso luce ya a la entrada de Santa Marta, junto a la antigua depuradora en el paseo fluvial Francisco Bernis para abrazar a los vecinos en su salida y llegada a casa.
La artista Coral Corona es la creadora de ‘Bandada’, que incluye 21 aves de formas muy simplificadas posadas en un árbol, «que no representan a ninguna especie determinada, sino que simbolizan a todo tipo de pájaros y de gente, la diversidad, pensada con la idea de grupo y simboliza la ida pero también la vuelta a casa». Las aves vuelan en grupo «para ahorrar energía y protegerse, aprovechando el aire ascendente que crea cada ave, reduciendo el esfuerzo físico necesario para los grandes viajes», ha insistido.

El alcalde de Santa Marta, David Mingo, junto a la escultora y concejales del equipo de Gobierno, ha inaugurado la obra con la que el Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes continúa desarrollando su proyecto de transformación a través del arte y la cultura con la ‘Ruta de Arte Emboscado’. Una iniciativa que emprendió la Fundación EB-Tormes en Almenara y al que se sumó Santa Marta de Tormes hace unos años con la instalación de las primeras esculturas en la Isla del Soto.
David Mingo ha asegurado que con “esta nueva escultura damos continuidad a un proyecto que comenzamos hace más de cuatro años y que forma parte de la identidad de Santa Marta, un proyecto donde se fusionan arte y naturaleza, en colaboración con la Fundación EB-Tormes, y con el que ponemos en valor un espacio natural único y su entorno y generamos un nuevo recurso de atracción al municipio”.
La nueva obra se ha instalado a pocos metros de la escultura del Martín Pescador, ubicada en este mismo paseo dedicado al biólogo salmantino y junto a otra de las entradas a la Isla del Soto. La escultura, formada por un conjunto de 21 aves realizadas en chapa de hierro cuyo grosor va disminuyendo con la altura para aligerar su peso en la parte superior, «encaja muy bien con el entorno y no necesita mantenimiento», como ha señalado la autora. Con el paso del tiempo los tonos oxidados de la chapa van evolucionando porque es un material «vivo».
Cinco esculturas de gran tamaño forman la gran familia de la ‘Ruta de Arte Emboscado’: el Martín Pescador de 5,5 metros ubicado al inicio del paseo Francisco Bernis; el pájaro carpintero ‘Wenceslao’, elevado sobre un tronco de más de seis metros de altura y situado junto al puente que une la Isla del Soto con la localidad; la garza ‘Adelita’ de casi cinco metros de altura próxima a la pasarela entre la isla y de la zona de La Aldehuela; las ‘Hormigas Matildas’, junto al Centro de Interpretación, recorriendo las grandes macetas de colores; y ahora se suma ‘Bandada’, un gran árbol con 21 aves.
El alcalde de la localidad, David Mingo, ha explicado que con esta nueva escultura “damos continuidad a un proyecto que comenzamos hace más de cuatro años y que forma parte de la identidad de Santa Marta, donde se fusionan arte y naturaleza y con el que ponemos en valor un espacio natural único y su entorno y generamos un nuevo recurso de atracción al municipio”.
La nueva escultura se suma a las nuevas propuestas en las que “llevamos trabajando los últimos años para ofrecer nuevos recursos que obliguen a visitarnos y a disfrutar de un espacio natural único.
El concejal de Turismo, Juan Carlos Bueno, señala “que la incorporación de esta nueva escultura pone en valor el espacio recuperado recientemente junto a la Isla del Soto, una zona donde se unen naturaleza, arte urbano y arte emboscado, convirtiéndolo en un recorrido muy agradable por el que pasear y disfrutar de lo que ofrece Santa Marta”.




