Santa Marta cuenta desde hoy con un nuevo espacio expositivo en el que se recupera una parte de la historia del municipio que los 12 alumnos de la Acción de Formación y Empleo (AFE) ‘Recreatio’ han rescatado para mostrar a la población la existencia de un antiguo convento de las monjas benedictinas en La Serna con un huerto medieval en el siglo XII, en la ubicación que hoy ocupa desde las naves de La Serna a la urbanización La Fontana, donde permanecieron de 1194 a 1256, cuando se desplazaron a Salamanca.
Con toda la documentación recopilada, Santa Marta ha querido recrear el espacio en el que vivían las religiosas en lo que era la antigua oficina de ventas de las viviendas de La Fontana en desuso desde hace años. Para la creación del nuevo espacio expositivo ‘Ora et Labora, nuestra historia’, los alumnos de la rama de Turismo se han basado en documentos oficiales consultados en diferentes archivos y bibliografía, principalmente ‘San Pelayo de León y Santa María de Carbajal. Biografía de una comunidad femenina’, de García M. Colombás.
Este documento habla de la existencia de un antiguo convento de monjas benedictinas levantado a partir del año 1194, cuando el rey Alfonso IX donó al Convento de Santa María de Carbajal de la Legua en León y a su abadesa Aldonza Froile, ‘La Serna del Vado de Salamanca’, hoy término de Santa Marta.
El delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Eloy Ruiz, y el alcalde de Santa Marta, David Mingo, acompañados de miembros de la Corporación municipal y los participantes en la AFE, han presentado esta mañana el huerto medieval y el nuevo espacio expositivo ‘Ora et labora, nuestra historia’. Dos originales proyectos inspirados en el Medievo y que han sido posibles gracias al trabajo y la investigación de los 12 alumnos de la AFE ‘Recreatio’ centrada en el sector turístico y en la horticultura.
Durante la presentación del proyecto Mingo ha querido resaltar no solo el carácter formativo y laboral de la iniciativa, sino también que “el resultado del trabajo de los alumnos nos permitirá tener en Santa Marta algo físico y permanente y que se suma a nuestros recursos turísticos». El alcalde también ha remarcado que “es un proyecto que nació en la anterior Acción de Formación y Empleo en el transcurso de la que se descubrió que nuestro municipio había tenido una historia, aunque parezca extraño en una localidad tan ‘nueva’. Una historia desconocida para muchos que hemos recuperado con este proyecto”.

Los seis alumnos de la rama de horticultura se han encargado de la implantación del huerto medieval en el vivero-invernadero municipal, con toda la producción de especies y variedades que después se han trasladado a su localización definitiva en La Fontana. El espacio exterior está dividido en tres partes: Jardín hortícola o de cocina (hortus), Jardín medicinal o del herbolario (herbolarius) y Cementerio arbolado (pomarius), en una parcela de más de 1.600 m2.
Tras una amplia investigación, los alumnos y el equipo docente se han basado fundamentalmente en el ‘Libro sobre las propiedades naturales de las cosas creadas’, de Santa Hildegarda de Bingen, una humilde monja benedictina alemana y en la ‘Planta de Sankt Gallen o de San Gall’, que es un famoso dibujo arquitectónico medieval de un complejo monástico benedictino que data de principios del siglo IX y se conserva en la Biblioteca de la Abadía de San Gall (Suiza).
El espacio expositivo ‘Ora et Labora, nuestra historia’, ubicado en el edificio anexo al huerto, en el que se recrean estancias de lo que fue el antiguo convento de monjas benedictinas para recuperar esa parte de la historia santamartina, consta de una sala central donde se muestra una réplica del documento de donación original, junto con paneles y mapas que explican el recorrido realizado por estas Dueñas del Priorato de Santa María de la Serna, desde su llegada hasta la escisión del convento matriz. Habla de los dominios y propiedades que poseían en tierras charras, cómo se administraban, qué disputas existieron, por qué se les perdió la pista y dónde se encuentran ahora las hermanas que custodiaron el rico patrimonio documental de aquellas primeras repobladoras salmantinas.
El resto de salas recorren aspectos de la vida conventual y su relación con las Dueñas de Santa Marta, donde se representan, desde un punto de vista minimalista, una sala capitular con confesionario, un atril, un coro y un escritorio; una celda o habitación con camastro y reclinatorio; una cocina con chimenea y botica; y un refectorio o comedor con mesa y banco corrido para talleres.
El exterior de este nuevo centro museístico ha sido decorado por el artista local Rober Bece, que ha pintado tres murales alrededor de la fachada, haciendo alusión a los usos a los que las monjas destinaban sus dominios; un viñedo, tierras de cultivo donde había, chopos, cereales, jardines y huerto. Además, también ha pintado un claustro en la zona trasera utilizando la técnica del trampantojo, lo que aporta mayor profundidad al edificio.
Unas pinturas que, como ha asegurado el artista, ha tardado unos diez días en realizarlas, siguiendo las características y datos incluidos en los documentos, para intentar plasmar con la mayor fidelidad posible cómo era el convento existente en el siglo XII.
La AFE ‘Recreatio’ ha supuesto una inversión total de 299.754 euros que se sufragan gracias a los 250.666 euros que ha aportado el Ecyl y los 49.088 aportados por el Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes. Una inversión que como ha señalado Eloy Ruiz “se ha dedicado a dos sectores estratégicos en los que hay una alta demanda de profesionales”.
La visita inaugural guiada de estos espacios ha concluido con la firma del alcalde y del delegado territorial de la Junta en el libro de visitas que permanecerá a disposición de los visitantes que se acerquen a conocer un poco más esta parte desconocida de la historia del municipio.