“Lo que hemos vivido nosotros no es nada en comparación con lo que sufre el pueblo palestino día a día. Haber dado visibilidad a esas continuas vejaciones le da sentido periodístico y humano a todo esto”. Tras estas valientes declaraciones asoma el nombre de Néstor Prieto, un periodista y politólogo salmantino, original de Carbajosa de la Sagrada, que el pasado 31 de agosto se embarcó en la Global Summud Flotilla con el objetivo de abrir un corredor humanitario en la Franja de Gaza. Durante más de un mes, Prieto ha utilizado su palabra para transmitir, a través de sus redes sociales y varios medios de comunicación, los detalles del viaje emprendido por la flotilla y los hostigamientos sufridos por las embarcaciones a manos del ejército israelí.
Esta retransmisión terminó el pasado 1 de octubre, cuando las fuerzas de Israel interceptaron a este grupo de 44 embarcaciones y 462 personas a bordo mientras navegaban sobre aguas extranjeras. “Nos han agredido, nos han maltratado y nos han negado el derecho a alimentarnos”, declara Prieto, que durante cinco días estuvo retenido, junto a sus compañeros, en la prisión israelí de Ketziot. Según describe el salmantino a su vuelta a España, estas fueron unas jornadas repletas de vejaciones, humillaciones y agresiones sin cese: “Dejaron a personas con patologías crónicas sin su medicación, insultándoles alegando que ‘no tenían doctores para animales’. Todo eso es terrible y nadie lo debería vivir”.
Una vez en su país natal, sus ganas de contar la verdad y hacer justicia no se han visto debilitadas, sino que son aún más fuertes: “Dentro de 20 años, nuestros hijos y nuestros nietos nos preguntarán qué hicimos ante este genocidio. Yo podré decir que hice todo lo posible para que se dejase de matar a un pueblo inocente”.
“No era capaz tener este altavoz comunicativo y no usarlo”
Néstor Prieto tiene una vocación clara: contar la realidad política y social desde diferentes lugares del mundo. En el año 2022, viajó hasta Bruselas, donde trabajó dos años como consultor político en el Parlamento Europeo. Más tarde, ejerció como periodista cubriendo diferentes conflictos e invasiones: “Tuve la suerte profesional de cubrir la invasión israelí del Líbano en octubre de 2023. También he trabajado cubriendo procesos migratorios en Grecia y en Guatemala, además de la situación política del Sáhara Occidental, de Argelia y de Venezuela”.
Antes de que la Global Summud Flotilla levase anclas, le ofrecieron unirse a ella: “Con este bagaje periodístico sobre la espalda, era muy difícil decir que no”, explica el periodista. Tal y como reconoce, “da miedo cruzar el Mar Mediterráneo en un barco sabiendo que al otro lado que hay un ejército cometiendo un genocidio”.
En cambio, en su cabeza rondaba un dato que fue decisivo en su decisión: la imposibilidad de comunicar las claves del genocidio, declarado como tal por una comisión independiente de la ONU, desde dentro. Desde momentos previos a octubre de 2023, Israel prohíbe la entrada de prensa internacional a la Franja de Gaza. Ante esto, los únicos comunicadores del conflicto son los periodistas nativos, “que se han convertido en objetivo militar prioritario de Israel, ya que este país no quiere que haya testigos del genocidio que está cometiendo”, explica Prieto.
Por ello, esta era la única forma de acceder a la franja para comunicar el conflicto: “La información que nos llega sobre Gaza es tan terrible que no era capaz de tener el altavoz comunicativo y no usarlo. Por eso, tomé la decisión de ir pese a todo lo que implicaba”, afirma rotundo.
“He sido charro a bordo de la flotilla con mucho orgullo”
Una vez emprendido este viaje, mientras las casi 500 personas a bordo de la flotilla cruzaban el Mar Mediterráneo soportando situaciones extremas, ciudadanos de todo el planeta salieron a la calle para manifestarse contra el genocidio y pedir a los gobiernos actuaciones concretas. En este contexto, Néstor Prieto asegura que, a pesar de no haber podido abrir el corredor humanitario que se pretendía, estas movilizaciones demuestran que la actuación no ha sido en vano. “Hemos logrado evidenciar y poner en el foco mediático la situación que se está viviendo en Gaza. De esta manera, ha quedado claro que las vejaciones que hemos sufrido nosotros no tienen absolutamente nada que ver con lo que vive el pueblo palestino y sus presos”, afirma con decisión.
En el caso de Salamanca, las calles de la ciudad se llenaron de banderas, kufiyas y pancartas en apoyo a la flotilla. Estos movimientos, que Prieto describe como “masivos y mayoritarios”, siguen en la actualidad alzando la voz de un pueblo que se niega a ver cómo un territorio es atacado de manera indiscriminada. “He recibido mucho cariño por parte de mi tierra y he sido charro a bordo de la flotilla con mucho orgullo”, reconoce Prieto, que insta a los salmantinos a poner la mirada en este conflicto: “Este es un tema de humanidad que trasciende las ideologías y el partido político al que apoye cada persona”.
“Que la flotilla exista es un fracaso de los gobiernos”
El pasado martes se cumplieron dos años desde los ataques terroristas de Hamás en el sur de Israel, en los que 1.200 personas fueron asesinadas y 251 secuestradas. Desde aquel 7 de octubre de 2023, Israel ha asesinado a más de 67.000 palestinos, un tercio de ellos niños. En cuanto los menores, los números resultan impactantes: este país sionista mata a un niño cada hora de media, lo que significa que asesina a 23 niños y medio de media al día.
Frente a estas cifras, comprobadas y testadas por Naciones Unidas, Néstor Prieto lo tiene claro: “La comunidad internacional no puede permanecer impasible. Que exista una flotilla para llevar ayuda humanitaria a Gaza es un fracaso de los dirigentes políticos, porque deberían ser los gobiernos quienes se suban a un barco y no nosotros”.
“Palestina necesita un acuerdo que elimine la violencia de manera estructural”
Dentro de este “impasible” panorama internacional, este jueves 9 de octubre comenzaba con una noticia que parecía poder cambiar por completo la situación: la firma de un acuerdo de paz entre Israel y Hamás propuesto por Donald Trump, presidente de Estados Unidos, con el objetivo teórico de alcanzar la paz, que tendrá lugar hoy lunes 13 de octubre en Egipto.
En cambio, Néstor Prieto, que ejerce además como investigador y profesor de materias relacionadas con el mundo árabe-islámico y la geopolítica en la Universidad de Salamanca, afirma que “los acuerdos no son una buena señal cuando son muy televisados”.
Tal y como apunta el salmantino, los acuerdos de paz requieren un tiempo de negociación muy extenso: “Que haya actores externos como Estados Unidos que presionan y aceleran el proceso para que el trato entre en vigor cuanto antes no es necesariamente una noticia positiva. Palestina necesita un acuerdo que elimine la violencia de forma estructural”.
El problema fundamental, según afirma Prieto, recae en la espiral bélica que sufre Palestina desde que Israel comenzó su ocupación en el año 1967: “Si siguen naciendo niños palestinos desplazados, en un campo de refugiados, sin un futuro y viendo cómo asesinan a su familia, esa violencia estructural engendra más violencia y se convierte en una espiral interminable”. “Necesitamos medidas reales que avancen hacia la paz y que avancen hacia la integración”, asegura Prieto, calificando de imprescindible que haya una reparación efectiva hacia las víctimas y que los culpables sean juzgados ante la justicia: “No le podemos pedir a un pueblo sometido a un genocidio que en un acto de fe cierre los ojos y perdone todo”, concluye el periodista.
Tras analizar a fondo la situación, Néstor Prieto invita a la reflexión en torno a “un debate de humanidad”: “¿Reconocemos a los palestinos como seres humanos con derechos o compramos un relato que les deshumaniza?”. Frente a “este discurso de odio que fabrica Israel”, el periodista defiende la necesidad de alcanzar un consenso común en el que la humanidad no se base en la ley del más fuerte: “Si una vez fuimos capaces de condenar los crímenes de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, también debemos poder hacer lo mismo con lo que está ocurriendo hoy en Gaza”.