Un día más y ya van seis veces en lo que llevamos de temporada de verano que las piscinas municipales de Villares se han visto obligadas a cerrar porque alguien ha defecado en ellas.
Esta tarde ha sido el turno de la piscina grande y ayer fue en la pequeña, una situación de la que los vecinos y usuarios de las instalaciones aseguran estar «hartos y cansados».
Un día más, y a pesar del calor de la jornada, los bañistas se han visto obligados a no poder refrescarse ni darse un chapuzón por «la gracia» de alguno, moda o el reto viral que trae desesperados a los vecinos de Villares este verano.
En este sentido, el alcalde, Ventura Recio, reconoce la «frustración» que suponen estos actos, «es una faena y entiendo a los usuarios, pero como Ayuntamiento no podemos hacer nada ni tomar ningún tipo de medida, porque no sabemos quién o quiénes son los que hacen estas cosas».
La solución, como ha asegurado el primer edil para atajar estos problemas es sacar a licitación la gestión del servicio el próximo verano, coincidiendo que en el mes de abril concluye el contrato de la climatizada, la intención municipal es licitar los dos recintos: las piscinas de verano y la climatizada.
La piscina volverá a abrir mañana con normalidad, una vez que los productos de control de ph y antisépticos hagan su efecto y el agua vuelva a ser segura y apta para el baño.