El último día de las Fiestas del Corpus en Villares comienza a las 10:00 horas con una cita en la Plaza Mayor: la chocolatada popular que ha concentrado a los vecinos para tomar un tradicional desayuno disfrutando del leve frescor de la mañana. Así, llegadas las 11 horas y con el estómago lleno, era el momento de acercarse hasta la Plaza de la Fuente, donde la típica rotura de pucheros esperaba a los niños y niñas del municipio.
Este evento, organizado por el Ayuntamiento en colaboración con el Grupo Scout Berenguela, concentra a más de 500 menores del pueblo que esperan desde las 11:00 horas una larga cola para poder romper uno de los pucheros de barro colgados de una soja.
De esta manera, unos con más habilidad que otros, han ido pasando en grupos de cuatro para golpear con los ojos vendados y con ayuda de una bara los botijos, que una vez hechos añicos descubrían las sorpresas de su interior: chucherías, vehículos de juguete, caramelos y hasta silbatos han podido llevarse los participantes de esta actividad que, gracias a su continuidad, es ya desde hace años una cita imprescindible en el calendario de las fiestas de Villares.