Durante la mañana de este martes, el Paraninfo de la Universidad de Salamanca ha sido el escenario de un momento que permanecerá en el recuerdo de las más de veinte personas mayores que, tras un curso de trabajo y aprendizaje mutuo, se han graduado después de completar con éxito el taller de memoria organizado por el Ayuntamiento de Santa Marta.
Esto es el fruto de un año repleto de actividades, talleres, manualidades y demás dinámicas en las que los mayores del municipio, en colaboración con alumnos de la Universidad de Salamanca han disfrutado de varias jornadas de convivencia. “De esta manera, luchamos contra el edadismo, esa forma silenciosa de discriminación que pretende relegar a los mayores al margen de la vida social, y lo hacemos con herramientas tan poderosas como la formación, la cultura y la participación”, ha apuntado el primer edil del municipio, David Mingo.
El acto, en el que se encontraban tanto las personas mayores como sus familiares, ha sido presenciado además de por el alcalde de Santa Marta, por Amaia Yurrebasco, la coordinadora de la APS ‘Nuevos retos en las relaciones intergeneracionales: edadismo y perspectiva de género’, mediante la cual se ha realizado este taller, y demás profesores del curso y técnicos del Consistorio. Yurrebasco, por su parte, ha hecho hincapié en lo fructífero de esta experiencia: “No hay otra cosa mejor que crecer en competencias humanas, aprender valores y hacer que salgan de un papel para llevarlos en la piel. Vosotros, los mayores, nos habéis enseñado que eso es más importante que cualquier definición”. Además, la docente, con orgullo en la voz, ha recalcado su negativa ante la idea de que este acto sea una clausura: “Esto no es un punto final”.
Por su parte, David Mingo, tras agradecer a los asistentes y a todas las personas que hacen posible este programa, ha dado comienzo a su discurso, lleno de admiración y reivindicación: “Con este acto rendimos homenaje a un grupo de personas que, con entusiasmo, dedicación y valentía, han demostrado que nunca es tarde para seguir aprendiendo, creciendo y compartiendo. Ustedes, nuestros graduados, han recorrido durante estos meses un camino que va más allá del entrenamiento de la memoria: han participado activamente en una experiencia que fomenta el envejecimiento activo, la convivencia y la dignificación de la edad”. Además, ha añadido que este curso de memoria “ha sido mucho más que una actividad formativa”: “Ha sido un espacio de encuentro, de diálogo, de confianza mutua”.
Una vez finalizadas las intervenciones, los asistentes han podido escuchar con atención una pequeña lección de una de las profesoras de Derecho de la Universidad de Salamanca, que ha hecho un repaso por la Historia de la discriminación como forma de odio, rechazando rotundamente cualquiera de estas formas de relegación. Así, los mayores de Santa Marta han podido sentirse orgullosos en un acto en el que algo ha quedado claro: el conocimiento no entiende de edades.