“Hoy damos un paso más, un paso muy importante en el desarrollo de una Salamanca más verde, sostenible y saludable”. Así ha presentado este jueves Carlos García Carbayo, alcalde de Salamanca, el nuevo proyecto energético del Ayuntamiento de Salamanca junto con la Junta de Castilla y León, que suministrará calefacción y agua caliente a más de 8.900 viviendas y 75 edificios terciarios de la ciudad a través de una red de calor sostenible alimentada con biomasa. El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones ha ofrecido los detalles, junto con el primer edil de la ciudad, de esta red de calor sostenible, que supondrá una inversión de 35 millones de euros y una reducción de 36.000 toneladas en las emisiones de CO2 al año.
Las obras, tal y como apunta Suárez-Quiñones, comenzarán en el segundo semestre de 2026 y el proyecto llegará en una primera fase al Hospital Universitario, Campus Miguel de Unamuno y sus áreas de influencia, como Huerta Otea, La Platina, Hospital y San Bernardo. En una segunda fase, se suministrará a los barrios de Pizarrales, Blanco, Carmen, Capuchinos, Vidal y Oeste. Así, se prevé que en el próximo año 2028 la red de calor, de 50 kilómetros de longitud, esté lista para su funcionamiento. Estas intervenciones serán financiadas por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del territorio, a través de la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente (SOMACYL), representada por Sergio Lara, encargado de explicar el funcionamiento de dicho proyecto.
“Salamanca entra en la vanguardia de las ciudades que luchan contra el cambio climático, con esta iniciativa, que complementará otros proyectos conocidos, como la integración del río Tormes en la ciudad, el reverdecimiento del centro de la ciudad, la renovación de las plazas y parques públicos, o la plantación anunciada de más de 32.000 árboles”, ha señalado el alcalde de Salamanca. En concreto, en relación a esta red de calor, Carbayo ha refrendado que “tendrá efectos muy beneficiosos para la ciudad, como el ahorro de costes energéticos para los particulares y las instituciones”, que se estima que tendrán que pagar 350 de media al año por vivienda. Además, ha resaltado la disminución de la contaminación y el incremento del empleo y a consolidación de la imagen de Salamanca como ciudad verde y sostenible.
La central de generación de energía térmica de 48 mw de potencia se ubicará en la avenida Mariano Rodríguez Sánchez, y contará con calderas de biomasa con tecnología de parrilla móvil y control continuo de la demanda, “para así no derrochar energía”, tal y como ha desarrollado Sergio Lara. Por otro lado, también ha destacado que esta inversión creará 70 puestos de trabajo en su fase de construcción, 20 para su operación y mantenimiento y 120 puestos de trabajo en el mundo rural para la obtención y logística de la biomasa forestal.
En relación a esto último, el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, ha apuntado la importancia de aprovechar los recursos naturales que se tienen en Castilla y León y, en concreto, en Salamanca. “En esta zona contamos con muchas masas forestales en las que, normalmente, se quema la biomasa, contaminando y arriesgándose a incendios y daño de la fauna y la flora. Esta iniciativa, en cambio, posibilita deshacerse de esos desechos y convertirlos en energía”, apunta Suárez-Quiñones, que ha reconocido otros proyectos en ciudades de Castilla y León como Palencia o Valladolid.