El Ayuntamiento de Cabrerizos ha comenzado las obras de urbanización del tramo en el que se unen la calle Larga con la calle Atalaya, que cuentan con un plazo de ejecución de dos meses.
Un proyecto que convertirá estos metros de la calle en zona peatonal para facilitar el acceso y garantizar mayor seguridad para los peatones, al ser una calle con pendiente prolongada. Para reducir esta inclinación, se colocarán escaleras en la margen izquierda de la vía y rampa para que las personas con movilidad reducida, sillas de ruedas y coches de bebés puedan acceder con mayor comodidad y el firme será de adoquines.
Una calle situada en el casco urbano que se encuentra muy deteriorada y es necesaria esta actuación en la que, como asegura el alcalde, Claudio del Río, se invertirán 55.159 euros correspondientes a la subvención del Fondo de Cohesión de la Junta del pasado año.
