A pesar de la lluvia, Monterrubio no ha perdido las ganas de pasarlo bien e iniciar sus fiestas por todo lo alto. Tras el traslado al pabellón, el programa se ha desarrollado como estaba previsto y el vecino y reconocido atleta, Rafa Iglesias, ha ejercido de pregonero junto a sus hijos para dar el pistoletazo de salida a las Fiestas de San Miguel. El concurso de disfraces de las peñas y el reparto de 600 bocadillos para cenar han completado el inicio festivo.
La lluvia ha empezado a caer con intensidad minutos antes del pregón inaugural con el que iban a dar comienzo las Fiestas de San Miguel de Monterrubio, lo que ha obligado a que las peñas y vecinos que se estaban concentrando en la Plaza del Ayuntamiento hayan tenido que refugiarse para evitar el agua y rápidamente, todos se han trasladado al pabellón deportivo para disfrutar del inicio festivo bajo techo.
A pesar de haber modificado los planes y no poder celebrar el estallido de las fiestas al aire libre, el agua no ha mermado las ganas de disfrutar de las familias y peñas que se han disfrazado para dar mayor color y ambiente.
Una vez reunidos todos en el pabellón, el concejal de Fiestas, Daniel Casas, ha dado la bienvenida a los presentes y ha dado paso al pregonero, el vecino y referente del atletismo a nivel nacional e internacional, Rafa Iglesias.
Un momento que Iglesias ha querido compartir con sus hijos Lucía y Juan Pablo, que se han dirigido a los vecinos recordando cómo ha evolucionado Monterrubio desde que llegaron al pueblo y lo vivido todos estos años, han hecho un repaso a los actos festivos con los que cada año se hace más ‘piña’ y convierten a Monterrubio en una gran familia.
El pregonero ha terminado deseando a todos unas felices fiestas, antes de que Lucía Iglesias lanzara el chupinazo a la puerta del pabellón.
A continuación, ha tenido lugar el concurso de disfraces de las peñas, que han desfilado y mostrado su gracia llenos de brillos y color. Que corra el aire, La lenteja mecánica y la Feria de saldos han sido algunas de las que han lucido sus atuendos ante las risas y aplausos del público.
La fiesta ha continuado con la merienda-cena compartida con el reparto de los 600 bocadillos que niños y mayores han degustado con ganas, acompañados de agua, refrescos y sangría. Tras reponer fuerzas, la primera noche de fiesta ha concluido con la verbena y la animación de la Orquesta La Búsqueda.