Los jóvenes y los universitarios de Salamanca han tomado un año más la riberería del río Tormes, a su paso por el Puente Romano, para establecer el multitudinario campamento en el que pasar la jornada ‘festiva’ del Lunes de Aguas. Miles de personas se han reunido desde el mediodía para elegir los lugares preferentes y conocer o disfrutar del uno de los productos más típicos de la gastronomía salmantina, el hornazo.
Buen ambiente, controlado en todo momento por un amplio dispositivo policial, animación, ritmo y baile a cargo de las batucadas en una celebración que cada año suma adeptos en la capital salmantina.