La entrada en vigor de la ordenanza de tenencia responsable y bienestar animal de Doñinos conllevará sanciones económicas que van desde los 500 a los 200.000 euros, en función del tipo de infracción: leves (de 500 a 10.000€), graves (de 10.001 a 50.000€) y muy graves (de 50.001 a 200.000€).
Tras la aprobación de la normativa el pasado mes de septiembre y después de pasar los plazos correspondientes, ya está en vigor con el objetivo de garantizar la protección y el bienestar de los animales y evitar situaciones de maltrato y crueldad y, al mismo tiempo, conseguir una convivencia equilibrada entre los vecinos con mascota y los que no tienen animales de compañía.
La ordenanza prohíbe expresamente dar de comer a los animales en la vía pública, abandonarlos, depositar productos tóxicos o azufre en las calles e inmuebles colindantes, molestar o capturar animales (salvo autorización expresa para el control de población de animales) y la entrada o permanencia de animales en zonas públicas destinadas a juegos infantiles, ejercicio para mayores y pistas multideportivas, entre otras.
Además, incluye obligaciones como la recogida inmediata y limpieza con agua de las deyecciones de los animales en las vías y espacios públicos, y privados de uso común. A este respecto se establece la prohibición de que orinen o defequen en las fachadas de los edificios y locales, así como en elementos de mobiliario urbano (farolas, semáforos, papeleras, bancos, postes de señalética, etc.). Asimismo, los perros no podrán estar sueltos ni circular sin correa en los parques, plazas, zonas públicas y privadas de uso común, deberán ir provistos de collar o arnés, y sujetos mediante cadena,
correa o cordón resistente (cuyo uso será preferible frente a la correa extensible especialmente en zonas con tránsito elevado) y en cualquier caso, la persona que esté al cuidado del perro deberá ser responsable y mantener el control del animal en todo momento.