La plataforma ciudadana ‘Cuidamos Villamayor’ se ha concentrado esta mañana a las puertas de la sede de la Junta de Castilla y León en Salamanca para expresar sus protestas contra los problemas de olores provocados por la fábrica de grasas ubicada junto a Gudino.
Un problema que se ha acentuado y generado de manera más intensa este verano, «pero que llevamos sufriendo desde hace bastantes años», ha afirmado el presidente de la plataforma, Manuel Pérez. Olores producidos por la fábrica de grasas «como consecuencia de una mala praxis profesional», como está recogido en algunos informes de la Junta en los que se habla de «deficiencias en la combustión, en la emisión de gases o de vertidos al río».
Los afectados han asegurado que los olores nauseabundos que padecen en sus casas son solo una parte del problema, ya que está la previsión de instalar tres fábricas más de este tipo, «con lo esa parte del río se va a convertir en un estercolero», ya que se dedicarían a lo mismo y con unos tonelajes muy elevados. Actualmente, como ha señalado Pérez, la que está en funcionamiento tiene una aprobación de 60.000 toneladas y se está haciendo una revisión para llegar a 150.000, mientras que una de las fábricas previstas tiene programadas 280.000 toneladas de este tipo de productos y las otras dos sobre las 100.000 toneladas, «con lo que supondrían en torno al medio millón de toneladas de grasas quemadas en el entorno, un entorno que no las genera ni las consume, con lo que el problema medioambiental y de salud pública que se plantea es lo suficientemente importante para que la Junta tuviera en cuenta los planteamientos que hacemos, que no es más que exigir que se cumpla con la normativa europea».
En este sentido, tanto la plataforma ‘Cuidamos Villamayor’ como vecinos de Babilafuente que comparten problemas similares contra la plata de biometano, piden que se tenga en cuenta la distancia en la que se van a situar este tipo de fábricas, una distancia prudencial de los núcleos urbanos: «No es aceptable que estén situados a 1 kilómetro de zonas habitadas, cuando hay normas que exigen que sean 4 o 5 kilómetros, algo que la Junta reconoce, además de estar próximas al cauce del río, porque no es solo el caudal de agua, es la capa freática que se puede ver afectada”, ha insistido Manuel Pérez.
Asimismo, ‘Cuidamos Villamayor’ pretende implicar a la Universidad de Salamanca y se reunirán con el rector, porque el Campus de Villamayor y las instalaciones que la USAL tiene en el término municipal también se ven afectadas directamente. Por ello, quieren pedirle «llevar a cabo un estudio de los gases que emiten esas chimeneas y el tipo de producto y un análisis de las aguas que nos puede ayudar a hacer más visible el problema».
Como primer paso, la plataforma y la Asociación de Vecinos Vega de Salamanca ya tienen previsto «contratar un estudio puntual valorando los gases que emiten y el análisis de las aguas, aunque sabemos que no es determinante porque se requeriría un estudio más constante, pero es un buen punto de partida», ha reconocido Pérez.
El presidente de ‘Cuidamos Villamayor’ afirma que en estos momentos solo tienen el dictamen del Procurador del Común que lo ha elevado a la Junta por el histórico de problemas planteados para subsanar las deficiencias, y están a la espera de respuestas por parte de la Junta y de conocer el posicionamiento de los ayuntamientos afectados a través de la moción presentada para luchar contra este problema ambiental y de salud pública, que ya se ha debatido en varios plenos como en Villares y Castellanos de Moriscos, donde ha salido adelante, mientras que en el Consistorio de Salamanca ha sido rechazada.