La «grave» situación económica en la que se encuentra el Ayuntamiento de Carrascal de Barregas repercutirá en los vecinos, que serán en los que recaiga el coste de sanear y estabilizar las cuentas municipales con la subida de impuestos adoptada por el equipo de Gobierno, que se ha visto obligado a aprobar un Plan Económico Financiero hasta 2026 que permita recuperar su capacidad de financiación y de gobernabilidad. Así lo ha asegurado la alcaldesa, Noelia Merino, en el pleno extraordinario celebrado ayer por la tarde. Medida que se ha aprobado con el voto de calidad de la alcaldesa, ya que tras repetir la votación, el empate de 4 votos a favor (PSOE), 4 en contra (PP y Vox) y la abstención de la edil no adscrita, ha forzado a que el plan haya salido adelante con el voto de calidad.
Una decisión tomada tras conocer los «preocupantes niveles de endeudamiento» recogidos en los informes de la Intervención municipal para el presupuesto de este año y la liquidación del presupuesto 2023, que ponen de manifiesto «la grave situación económica heredada que sufre el Ayuntamiento de Carrascal de Barregas», que se ve agravada «porque el remanente de tesorería está en negativo (-117.000 euros), no hay dinero disponible», como ha insistido el portavoz municipal, Rafael Parra, en la explicación de motivos que justifican la adopción de esta medida.
Todo ello, junto con la aparición de facturas pendientes no reconocidas en el presupuesto por valor de 144.000 euros y nuevos gastos como los 48.000 euros anuales que supondrá el mantenimiento de la puesta en marcha del Edificio Multifuncional, ha reconocido Merino, conlleva al incumplimiento del periodo medio de pago a proveedores, que actualmente se sitúa en 113 días. Por ello, han insistido tanto la regidora municipal como el portavoz del equipo de Gobierno, que la única solución para afrontarlo es «una reducción drástica de los gastos».
En este sentido, se han eliminado las asignaciones a los grupos políticos y a los concejales, se han reducido las Juntas de Gobierno Local y las comisiones delegadas, lo que supone un ahorro total para las arcas municipales de 24.145 euros anuales; además de la reducción de 50.000 euros en el gasto para Fiestas. «Reducción de 75.000 euros que es insuficiente y no permite afrontar la deuda existente y los nuevos gastos que han ido apareciendo, por lo que nos hemos visto obligados a crear este Plan Económico Financiero para los dos próximos años y subir los impuestos».
Así, entre las medidas que se adoptarán para hacer frente al desajuste económico existente en el Ayuntamiento, además de la contención de los gastos, se encuentran la creación de la tasa de depuración de aguas residuales, por la que se pasaría a ingresar 77.000 euros al año, con una aportación por vecino de 72 euros, que reportará el 80% del coste (61.000 euros); y la subida del IBI y de la tasa de recogida de residuos vegetales un 20% (del 0,50 al 0,60), que supondrá unos ingresos de 91.000 euros anuales. Además del aumento de las tarifas de la piscina municipal para el próximo año (4.400 euros más al año) y subida de las tasas de la Escuela de Música, ya aprobadas en un pleno anterior.
Subida de impuestos que ha sido criticada por los miembros de la oposición (PP y Vox) y que tampoco ha contado con el apoyo de la edil no adscrita, Isabel García, que considera que este incremento del 20% «es desmesurado», porque supondrá «un aumento de costes por vivienda de más de 100 euros», al tiempo que cree que la tasa de recogida de residuos vegetales «no sería necesaria» tras la solicitud del punto limpio y su correcta gestión presupone «que hará que baje el gasto de recogida de residuos».
Por su parte, el portavoz del PP, Antonio Luis Rodríguez, ha reprochado al equipo de Gobierno que responsabilice de manera continua al anterior Gobierno local y al préstamo para la construcción del Edificio Multifuncional, «porque en eso consiste la gestión, en hacer cosas y mejorar los servicios municipales y para ello hay que recurrir a financiación externa» y ha asegurado que la subida de impuestos «no es la solución, se podría haber buscado más fórmulas antes de subir los impuestos y ahogar a los vecinos, además en un momento complicado para muchas familias».