La lluvia y el viento han sido los absolutos protagonistas de una de las tradiciones con mayor arraigo en la provincia de Salamanca, el Lunes de Aguas. Las abundantes lluvias caídas durante los últimos días y el caudal que lleva el río Tormes a su paso por Salamanca han anulado algunos de los sitios favoritos para celebrar esta tradición con la que disfrutar de la familia, los amigos y, sobre todo, del hornazo.
La crecida del río Tormes a su paso por el Puente Romano, uno de los lugares fetiche de los jóvenes, ha dismuido notablemente el espacio de las márgenes que, además, en algunas zonas se encontraba muy húmedo o incluso inundado. Una situación que ha empeorado con las lluvias de las últimas horas que han refrescado el ambiente y han bajado las temperaturas hasta apenas 10ª grados. Aún así, los más valientes se han concentrado en ambos lados del Puente Romado para disfrutar desde el mediodía del sabroso hornazo.
Situación similar se ha vivido en otro de los puntos más tradicionales para pasar la jornada del Lunes de Aguas, la Isla del Soto. Con la zona conocida como ‘El Picón’ cortada por la subida del nivel del río, la gran humedad y las últimas lluvias han desanimado a un público eminentemente familar a acercarse al ‘pulmón verde’ de Santa Marta para disfrutar de la gastronomía y la naturaleza. Además, los fuertes vientos que han soplado por momentos han tumbado varios árboles que han tenido que ser retirados por los operarios de Servicios.
El Prado de la Vega de Carbajosa de la Sagrada y el entorno de la ribera del río en el Paseo Fluvial de Villamayor tampoco han escapado a las condiciones adversas que ha marcado la climatología. Mucha humedad, bajas temperaturas y zonas anegadas por el agua que han hecho disminuir de manera notable la presencia de vecinos de estas localidades para degustar el tradicional hornazo.