El Ayuntamiento de Santa Marta ha ofrecido a sus vecinos una rápida respuesta para contrarrestar la situación de turbidez que ha afectado desde ayer al agua del grifo con la calificación de agua no apta para el consumo. Una situación provocada por la enorme crecida en el caudal del río Tormes que ha arrastrado partículas en suspensión, sobre todo arcillas y barro y que ha superado los niveles máximos de este parámetro.
Desde las 11.30 horas el Consistorio ha instalado en el Frontón Cubierto doce depósitos de 2.000 litros cada uno que han sido cargados por los bomberos de la Diputación de Salamanca con un camión cisterna para dar servicio de agua potable a los vecinos que lo necesitaran. Además, el Ayuntamiento se ha puesto a disposición de residencias y entidades que pudieran necesitar agua, como ha sido la Residencia de Mayores Ballesol o el Centro Ave María de Madres Solteras.
Durante toda la jornada han pasado por el Frontón unas 300 personas que han consumido unos 8.000 litros de agua de los 24.000 que el Ayuntamiento tenía preparado.
El alcalde de la localidad, David Mingo, ha explicado que «se trata de una situación provocada por las continuas lluvias y una crecida del Tormes histórica que ha arrastrado gran cantidad de materiales, afectando al nivel máximo de turbidez y convirtiendo al agua del grifo en no apta para el consumo». El primer edil ha comentado que «en todo momento hemos activado todos los recursos disponibles, dando información desde el Ayuntamiento, desde la empresa concesionaria del servicio de agua y poniendo agua potable a disposición de los vecinos de Santa Marta». Mingo ha confirmado que este servicio de agua continuará activo «a la espera de que las condiciones del río mejoren en las próximas horas y podamos recuperar la situación de normalidad en la red de suministro de agua».