La Policía Nacional ha detenido a una mujer miembro de una organización criminal dedicada a sustraer objetos a personas mayores después de ganarse su confianza. El grupo está formado por un clan familiar en el que sus miembros tienen asignadas funciones específicas, siendo los varones quienes trasladan a las mujeres a distintas localidades para cometer los robos. La mujer detenida actuaba en Salamanca, en zonas frecuentadas por hombres de edad avanzada que pasean solos y a los que consideraba vulnerables, ganándose su confianza para poder acceder a su domicilio con la intención de robarles joyas y dinero.
La detención de esta persona se realiza el pasado 8 de enero cuando es localizada por la zona del barrio del oste en actitud sospechosa, viendo como entra y sale de portales, intentando interactuar con hombres de edad avanzada a los que hablaba como si conociera de antes para poder ganarse su confianza, si bien no consiguió en ese momento su objetivo. Los policías comprueban que las características de esta persona coinciden con la de una mujer que había sido denunciada semanas antes por sustraer de un domicilio diversas joyas y dinero en efectivo, concretamente 450 euros. En el momento de su detención los agentes le intervinieron 800 euros y diversas joyas que portaba en el interior de su bolso.
En este caso la mujer se ganó su confianza ofreciéndose a ayudarle para llevarle a casa una bolsa de la compra. Una vez en la puerta de la vivienda, ante su petición de necesitar ir al baño, la víctima le deja entrar en el domicilio permaneciendo en el mismo unos diez minutos. Tiempo después cuando su mujer llega al domicilio se dan cuenta que las habitaciones están revueltas faltándoles las joyas y el dinero. La detenida cuenta con diversos antecedentes por hechos similares en Zamora, Valladolid y Salamanca.
Hurto cariñoso
La forma de actuar de esta organización criminal es un subtipo de la conocida como hurto cariñoso. Las mujeres de la organización que son trasladadas desde la localidad donde residen, en la provincia de Zamora, a distintas capitales de nuestra comunidad, se ganan la confianza de personas de edad avanzada al entablar conversación con ellos, adulándoles, dándoles pena, llegándoles a ofrecer servicios sexuales o servicios de limpieza, para finalmente una vez los acompañan al domicilio que éstas les permitan el paso al mismo.
En algunas ocasiones estas mujeres actúan con una cómplice, que acceden a distintas dependencias de la casa para sustraer todo lo que encuentren de valor, normalmente piezas de oro y dinero en efectivo, mientras la primera distrae a la víctima con cualquier pretexto, como pedir un vaso de agua.