La Guardia Civil de la Comandancia de Salamanca han desarrollado la denominada operación GOGOSA, consiguiendo desarticular a un grupo criminal especializado en robos con fuerza en naves agrícolas y establecimientos públicos.
La operación arrancó en el mes de agosto tras la comisión de dos robos con fuerza en naves de la localidad de Villaseco de los Reyes, donde se sustrajeron numerosas herramientas y maquinaria por un valor aproximado de 24.000 euros, que los autores transportaron en una furgoneta igualmente sustraída.
La investigación permitió confirmar que el grupo se trasladaban desde su lugar de residencia y ejecutaban en una noche los robos, para al día siguiente almacenar o vender los objetos sustraídos, y de esa manera intentar evitar su detención.
El 12 de diciembre, los guardias civiles responsables de la investigación detectaron a los sospechosos y sus vehículos en la provincia de Salamanca, estableciéndose un dispositivo de cierre para su localización e interceptación, descubriendo que dos naves de la localidad de El Cabaco habían sido objeto de robo de los efectos existentes en su interior, lo que permitió iniciar el seguimiento de los vehículos empleados para la fuga por los autores, con el fin de hallar posibles cómplices.
El 13 de diciembre se realizó enla localidad madrileña de Villaverde (Madrid) la interceptación de los vehículos, descubriendo en el interior de uno de ellos todos los efectos sustraídos dicha noche, procediendo a la inmediata detención de los tres investigados. Posteriorme se ejecutaron tres entradas y registros en viviendas de las localidades de Parla y Madrid, donde se incautaron efectos provenientes de los robos citados anteriormente.
Durante la operación, con los indicios y pruebas obtenidas, se pudo determinar que los investigados habrían cometido, entre los meses de octubre y noviembre, un total de once robos con fuerza en propiedades ubicadas en Ledesma y Candelario (Salamanca), Arroyo de la luz y Aceuche (Cáceres), Barranco (Ávila), Muelas del pan, Villalcampo y Olmillos del Campo (Zamora) y Fuente la Lancha (Córdoba), sustrayendo herramientas, maquinaria y efectos susceptible de una rápida venta en el mercado negro. También se determinó que eran sospechosos de diversos robos con fuerza cometidos previamente en la provincia de Teruel.
El grupo delictivo, formado por tres varones de entre 38 y 52 años de edad, naturales de Rumanía, empleaban grandes medidas de seguridad con el fin de evitar ser seguidos y detectar la acción de las fuerzas y cuerpos de seguridad, lo que complicó severamente la investigación.