Ambiente, animación y mucha participación han sido las claves que han marcado la celebración de las X Vísperas Nupciales en Aldeatejada, que se ha engalanado y se ha volcado para brillar de manera especial en esta décima edición.
Una jornada en la que cerca de doscientos figurantes ataviados para la ocasión con sus trajes de época, han sido protagonistas de la recreación del acontecimiento histórico que aconteció en Aldeatejada en 1.543, cuando el pueblo acogió la estancia de la infanta María Manuela de Portugal y el príncipe Felipe II de España, en los tres días previos a su boda en Salamanca, que tuvo lugar en el Palacio de Solís en la plaza de Los Bandos.
El desfile de los tercios, así como de la Santa Hermandad y la guardia real han dado paso al encuentro entre los novios, primos hermanos que contrajeron matrimonio con tan solo 16 años. Aldeatejada fue testigo del primer encuentro entre los desposados, así como de las confesiones y recibimientos de la nobleza y la plebe de la época que celebraron a lo grande el acontecimiento.
Una fiesta que se ha vuelto a vivir hoy en la localidad, en la que numerosos vecinos y personas llegadas de Salamanca y de otros municipios de la provincia, han disfrutado de la villa renacentista en la que se ha convertido Aldeatejada, y que ha concluido con los bailes en honor a los novios que le han dedicado los nobles y gentes del pueblo.
La cita festiva se ha completado con una comida y con el mercado renacentista con más de sesenta puestos que han ofrecido distintos productos de artesanía, madera, bisutería y alimentación; además de una exhibición de cetrería y los juegos y talleres para los más pequeños.
Una jornada completa, que cada año va aumentando y perfeccionándose, y que ya se ha consolidado en el calendario festivo de la localidad.
