Ranquines atiende durante el último año a 78 personas con trastornos mentales graves y en situación de exclusión social

El proyecto Ranquines ha celebrado el sexto aniversario de su puesta en marcha en Santa Marta.

El Proyecto Ranquines está de celebración tras seis años trabajando con personas con trastorno mental grave y en situación de exclusión. Un aniversario que ha tenido lugar en las instalaciones de los Padres Paúles de Santa Marta con una eucaristía y la posterior presentación de los datos de atención y actividad del centro durante el último año.

El acto ha contado con la presencia del alcalde de Santa Marta, David Mingo, y varios concejales del equipo de Gobierno; la diputada de Bienestar Social, Eva Picado; y la concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades del Ayuntamiento de Salamanca, Miryam Rodríguez.

José Manuel Lázaro, coordinador del proyecto Ranquines, ha sido el encargado de repasar los datos y la actividad del proyecto. Lázaro ha explicado que «han solicitado la atención 90 personas en el año 2022, pudiendo atender a 78, de las que un 10% procedía de las administraciones públicas (Ayuntamiento de Salamanca, Diputación, y Sacyl), un 25% llegaron por iniciativa propia o familiar y un 65% de asociaciones privadas». Por sexo, de las 78 personas atendidas y que han participado en las actividades del proyecto Ranquines, un 47% han sido hombres y un 53% mujeres, mayoritariamente de nacionalidad española. En cuanto a la situación de las personas atendidas, 34 estaban en situación sin hogar o exclusión social, y otras 32 en situación de vulnerabilidad por el aislamiento social, lo que supone un 84% del total de atenciones.

Lázaro ha comentado que «el Centro de Día cubre cada mes sus 40 plazas, logrando el último año un total de 28 altas, 8 de ellas terapéuticas, bien porque las personas han conseguido sus objetivos o bien porque han sido derivados a un recurso más adecuado a sus necesidades y con una media de permanencia es de 19 meses».

Conclusiones de un año de atenciones

En cuanto a los perfiles de las personas atendidas, el coordinador de Ranquines ha destacado cuatro perfiles claramente definidos, como son las personas mayores de 45 años, las mujeres víctimas de violencia de género, personas inmigrantes y las personas que han permanecido en la cárcel. Además, ha destacado que el 60% de las personas atendidas tiene problemas con la vivienda y o carecen de ella, lo que supone «inseguridad jurídica y económica, miedo, angustia y dificultad para proyectar la vida personal». También ha subrayado la importancia del acompañamiento a la persona a través de talleres, atención psicológica para evitar las recaídas, que se ha reducido hasta un número de tres personas. Lázaro ha querido agradecer «la importancia y el papel de los ayuntamientos por ofrecer actividades de deporte, ocio y cultura que inciden en el bienestar psicoemocional y relacional de los participantes».

Otro punto importante en la recuperación de estas personas con enfermedades mentales graves es el empoderamiento para mejorar su calidad de vida. Lázaro ha explicado que se consigue a través de diversas actividades como el Grupo de Ayuda Mutua de Ranquines, los podcasts elaborados por los participantes, el grupo de Mujeres Tribu que se reúne semanalmente, las actividades que se han realizado con diferentes empresas colaboradoras para darles visibilidad y sensibilizar a la sociedad y romper estigmas y el proyecto ‘Expert Too’ en la que han compartido experiencias en cinco facultades de la Universidad de Salamanca.

Por último, el coordinador de Ranquines ha adelantado el inicio del proyecto en el mundo rural con la adquisición de una furgoneta y colaborando con instituciones públicas y entidades privadas para llegar a los pueblos de la provincia y dar continuidad a los cuidados, a la atención en vivo y al trabajo en los domicilios.

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